Año 8  • No. 315 • Junio 23 de 2008 Xalapa • Veracruz • México
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  Ciencia y espiritualidad no
son opuestas: gurú
David Sandoval
La humanidad necesita equilibrar el desarrollo científico con la espiritualidad: Gerardo Motoa
El enfoque de la ciencia podría ayudar a entender el alcance de la espiritualidad en nuestras vidas, ya que muchas veces se confunde a las creencias con un cambio de actitud, apuntó Gerardo Motoa Garavito, gurú de la asociación Gran Fraternidad Universal (GFU), quien participó en las “Jornadas de la lengua y la cultura” organizadas por la Facultad de Idiomas y el Departamento de Lenguas Extranjeras (Delex) de la Universidad Veracruzana (UV).

En su conferencia “Ciencia y Espiritualidad”, Motoa Garavito planteó que conceptos aparentemente tan distintos como la ciencia y la espiritualidad pueden asociarse: “La idea de fondo es señalar que son dos aspectos que pueden ser complementarios, lo que pasa es que se centran en ambientes diferentes”.

La ciencia ha avanzado mucho y tenemos una capacidad de desarrollo científico notable y la espiritualidad se ha quedado en el marco de las religiones, agregó el instructor, “y la humanidad necesita equilibrar el desarrollo científico con la espiritualidad, no son opuestas, pueden darse sentido mutuamente”.

No obstante, la ciencia por sí sola es hasta peligrosa, destacó, ya que se puede estar al borde de “hacer locuras simplemente por el amor a la ciencia” y la espiritualidad sola puede convertirse en fanatismo, “nos pone alrededor de la idea que Dios es enemigo de unos u otros”.

El aporte que puede efectuar la ciencia a favor de esta búsqueda espiritual
–presente en todas las religiones– es su enfoque hacia el estudio de un orden universal, “pero al científico le preocupa muy poco el origen de esas leyes y podemos darle a la ciencia un sentido que contribuya hacia una mayor comprensión de la vida del ser humano, no solamente en lo físico sino tener un alcance mayor de su propia existencia”.

En ciencia se han desarrollado métodos de trabajo que permiten aterrizarnos cuando abordamos un campo tan etéreo como la espiritualidad, afirmó el ponente, “donde yo digo dos más dos es siete y estás de acuerdo conmigo o no estás de acuerdo, la ciencia es dogmática porque explica que dos más dos sean cuatro y tiene elementos para comprobarlo, por ello la ciencia permite a la espiritualidad dejar de ser especulativa, ahí es donde yo veo posibilidades para ambas”.

Opinó que estamos en una nueva era “pero eso no tiene que ver con que compres un cuarzo, un masaje o unas sandalias; eso implica una postura existencial y podemos integrar una cosa con la otra y cómo necesitamos desarrollar la espiritualidad para equilibrar el desarrollo científico”.

Gerardo Motoa definió la espiritualidad como un estado en el que es posible reconocer a otros seres humanos independientemente del sexo, raza, posición social, postura política y como tal se merecen el respeto propio y ayuda el cual debe vivirse, no debe basarse en las creencias, tiene que surgir de una necesidad “y nuestras necesidades no suelen trascender lo básico que es abrigo y comida, que no tienen límite y siempre se desea más”, precisó.