Año 8 • No. 316 • Junio 30 de 2008 Xalapa • Veracruz • México
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Afirma editorialista de Nexos
Universidad: referente cultural
y crítico necesario

David Sandoval
Debe fomentar el interés por la ciencia, aunado a una postura de vanguardia en torno a la tolerancia y el pluralismo, aseguró Luis Salazar

La política en México se relaciona con actitudes muy autoritarias, dependen de amistades y favores, opinó el académico

La universidad debe ser un referente cultural
y crítico, debe fomentar un interés por la
cultura ya que en muchos casos se aísla cuando debe competir contra el alcance del poder mediático, opinó Luis Salazar Carreón, miembro del Consejo Editorial de la revista Nexos, posterior al panel Nexos y la política, organizado por la Universidad Veracruzana (UV) como parte del homenaje a dicha publicación.

Salazar Carreón, quien es académico del Departamento de Filosofía de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), aseguró que “el papel de las universidades es fomentar el interés por la ciencia, por el conocimiento, por la cultura en el sentido más estricto, ya que está compitiendo ante un poder mediático que es salvajemente negativo, culturalmente hablando”.

Luis Salazar Carreón

En este sentido, el académico planteó: “Las universidades tienen que ser la vanguardia de una lucha por la ilustración, por la crítica, por la tolerancia, por el pluralismo, pero también por el rigor, por la exigencia; lamentablemente las universidades se aíslan y generan unas situaciones de feudo, eso es traicionar el espíritu de una universidad que quiera hacer algo más que dar clases”.

Ante la pregunta sobre cuál debería ser la misión de las universidades en dicho contexto, Luis Salazar respondió que “la universidad debe ser capaz de ofrecer una visión crítica que sea importante para la sociedad, debe querer ser un referente cultural y crítico”.

En cuanto a la situación política del país, el columnista opinó: “El PRI ha sido derrotado pero el priísmo sigue vigente, transversalmente, en todos los partidos, tiene que ver con la historia política del país: muy complicada; sigue siendo cierto que la obra de Martín Luis Guzmán, La sombra del caudillo, es quizá la mejor descripción de la manera en que actúan, piensan y se mueven buena parte de nuestros políticos ahora, de todos los partidos”.


¿Cuáles son los factores que generan esta situación?
El problema es que hay un proceso complicado, entrar a la política en México tiene que ver con asumir actitudes que son muy autoritarias, todos los partidos en México están organizados de manera muy autoritaria, dependen de amistades, favores, lealtades personalizadas, eso genera una especie de selección negativa.

Es una clase política acostumbrada a entender el poder como privilegios e impunidad, más que como responsabilidad y servicio, y mientras no haya más exigencias, será muy difícil que no sean ellos quienes estén en las listas de candidatos.

¿Se puede hacer algo para evitarlo?
Algo se ha avanzado aunque todavía falta mucho, porque ahora por lo menos la Suprema Corte de Justicia interviene en muchos casos, porque hoy tienen que atenerse a muchas más leyes, construir una democracia es una cuestión de siglos, eso hay que tenerlo en cuenta; lo importante es saber cómo lograr que la sociedad empiece a reconocer que la política puede ser otra cosa, y debe involucrarse y plantear exigencias mucho más fuertes para que todos estos personajes, desde el gobernador de Jalisco hasta el de Oaxaca realmente no puedan ser como son.

En su opinión, ¿puede decirse que existe una izquierda en México?
Creo que después que se perdió el referente marxista y socialista, la mayor parte de la izquierda en México se hundió en una crisis de identidad, de proyecto, y no ha salido de ahí, se añade a que han ingresado a la izquierda política mucha gente que trae todos los vicios del PRI, toda esa visón de “quítate tú para ponerme yo” que no asumen compromisos serios ni con valores, propuestas o principios y se ha descompuesto mucho.

¿Cuál es el estado actual de esta postura ideológica?
La izquierda política mexicana no ha logrado superar cierto espíritu dogmático; por ejemplo, cuando publicamos un documento señalando que para nosotros no había fraude en las elecciones del 2006, inmediatamente el recién electo jefe del Distrito Federal dijo: “Cerraron los ojos y abrieron las carteras”, es una respuesta aparte de grosera, torpe, ¿por qué no mejor vamos a debatir, a discutir quién tiene la razón?

De acuerdo con su perspectiva, ¿a qué se debe esta actitud?
La izquierda política tiene esa actitud cuasi religiosa de tener verdades casi sagradas que es imposible, ni siquiera con el pétalo de una crítica, poner en cuestión, y en lugar de construir un partido sobre propuestas, programas, valores ilustrados –quiero decir racionales, críticos, tolerantes–, pues no, prefieren quizá porque tenga más eficacia política inmediata, crear mitos, dogmas, símbolos sagrados, dirigentes intocables y lamentablemente no resultaron dirigentes capaces de debatir y de autocriticarse.

Usted menciona que Nexos ha sido criticada por políticos identificados con la izquierda, ¿a qué cree que se deba esta actitud?
Quizá se deba a la manifiesta desconfianza de Nexos hacia la izquierda; es más bien, de su parte, una irritación generada por el hecho de que no se asumen ciertas verdades, dado el carácter crítico de Nexos que sí lo comparten prácticamente todos los colaboradores.

Lo mismo ocurrió con los zapatistas, en lugar de decir “vamos a discutir, el problema es muy complejo”, no; en ese sentido lo que hace la izquierda política es responder como si en lugar de ser simplemente interlocutores críticos fuéramos el enemigo, porque hay esa sensación de que estás conmigo o con los demás y contra mí.

¿Qué le falta a la izquierda mexicana?
No se ha logrado construir una izquierda democrática, con proyecto, ojalá que de estas crisis empecemos a sacar algo positivo, si algo falta en México es una izquierda fuerte, pero no lo hemos logrado, hay que reconocerlo que nos ha faltado algo, pero no sé qué.

Estaríamos felices de tener una izquierda mucho más moderna, mucho más crítica e ilustrada, más capaz incluso de mostrarnos en qué nos equivocamos y por qué, incluso esta grosería de la descalificación inmediata y sin cortapisas, porque si algo creemos en Nexos es que hace falta una izquierda responsable y democrática, eficaz, con propuestas