Año 8 • No. 316 • Junio 30 de 2008 Xalapa • Veracruz • México
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La comunidad universitaria lo seguirá
Adiós Maestro Williams:
siga con sus danzas y andanzas
Gina Sotelo



La UV hoy es lo que es, gracias a académicos como Roberto: Corzo Ramírez
 

Compartimos con él sus ideas de que la muerte no es para siempre, es parte de una nueva vida: Mario Navarrete


A las tres de la madrugada de este 26 de junio, Roberto Williams realizó su mayor danza y andanza: logró atravesar el umbral que lo conduce al Mictlán.
Su vida en la tierra queda inmortalizada en una vasta obra no sólo antropológica sino también humanista y, por supuesto, a través de sus hijos Roberto, Guadalupe y Francisco.

El Maestro fue despedido por la comunidad universitaria este 27 de junio con un merecido homenaje en los recintos donde compartió sus conocimientos y en los que además hizo más que amigos, hermanos que lo recordarán por siempre: Instituto y Museo de Antropología.

Desde las 12 del día, la carroza fúnebre llegó al Instituto de Antropología de la Universidad Veracruzana (UV). El copal, las flores blancas y la música huasteca enmarcaban el lugar. Deudos cercanos, amigos, personalidades del mundo de las artes y las letras, además de alumnos, se dieron cita para despedir a Williams.

El ataúd se colocó al centro y fue flanqueado a intervalos por sus hijos, quienes de manera espontánea fueron relevados en estas guardias de honor por personas para quienes el maestro significó mucho en sus vidas.

Mario Navarrete, director del instituto, habló a nombre de los presentes: “Estamos conmovidos pero contentos, seguros de que nuestro amigo prosigue junto a nuestras almas. Compartimos con él sus ideas de que la muerte no es para siempre; según nos lo enseñaron nuestros antepasados, es parte de una nueva vida”.

El segundo recinto al que fue conducido el maestro Williams, fue el Museo de Antropología de Xalapa. Llegó entre música, ofrendas y aplausos de pie por parte de los asistentes. Una vez más, y como en numerosas ocasiones, Roberto Williams convocó a numerosos amigos.

Un video proyectó la semblanza de la vida del antropólogo nacido el 30 de marzo de 1925 y acaecido el 26 de junio del presente. En él se habló de lo que significaron sus estudios en cultura popular y el desarrollo de sus actividades académicas.

“El maestro hubiese querido despedirse no entre llantos, sino en una fiesta huasteca; de otro modo, a él no le hubiera gustado” decía el conductor de la ceremonia, Manuel Munguía.

El barítono Genaro Sulvarán y el pianista Jozef Olechowski interpretaron música variada en memoria de Williams, el antropólogo, el humanista, el maestro, cuyo féretro descansaba al centro del auditorio.

Ricardo Corzo, secretario Académico de la UV, mencionó que la comunidad universitaria perdió a uno de sus académicos más distinguidos, quien fue uno de los pioneros del establecimiento de la antropología como disciplina, formado dentro de la escuela de vanguardia de su momento: “En la UV no sólo ayudó a formar cuerpos académicos y a conformar generaciones que se han distinguido. Se jubiló, pero siempre mantuvo con la UV una relación estrecha. Debemos reconocer que la UV hoy es lo que es, gracias a académicos como Roberto.”

Tras esta ceremonia, Roberto Williams fue trasladado al Panteón Xalapeño, donde descansará por siempre al lado de su esposa, su amada Flora Elena Linera.

Hasta siempre maestro Williams, figura entrañable, patriarca nato, hombre que ante todo amó la vida misma.
Roberto Williams García
Fue autor, entre otros, de los libros Los Tepehuas y Yo nací con la luna de plata. Nació en 1925 en Tampico, se crió en Coatzacoalcos y más tarde se mudó a Xalapa, donde se graduó como profesor de instrucción primaria en la Benemérita Escuela Normal Veracruzana “Enrique C. Rébsamen”.
Escribió el texto El mito del Trueno Viejo, que trata sobre El Tajín, la recuperación y registro del Señor de las Limas, pieza prima del MAX.

Después fue becado en la Ciudad de México para estudiar en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, junto con su hermano Jorge y el maestro Alfonso Medellín Zenil.

Con este último, Williams desarrolló dos proyectos de gran trascendencia: la constitución de la Sala de Etnografía del Museo Nacional de Antropología de la Ciudad de México, y la creación del Museo de Antropología de Xalapa.

Roberto Williams fue el primer etnólogo en estudiar en Pisaflores a los tepehuas, una zona intercultural donde conviven los otomíes, tepehuas, totonacos y nahuas. Además, contribuyó de forma importante al estudio de las culturas mazahua, matlanzinca, chichimeca y pame.