"Las manifestaciones artísticas están escudadas en la cobardía social"
Juan Cházaro.

Una singularidad que se vislumbra en la expresión artística de todo "nuevo creador" es la irreverencia a los cánones de la plástica que lo antecede, característica propia no sólo de las vanguardias sino de toda propuesta que empieza a mostrar sus primeros frutos para legitimar su entrada en el arte. Además, en el panorama plástico contemporáneo, la incorporación de la mixtificación de materiales y los diversos planos al interior de la obra tienen la finalidad de buscar nuevos derroteros en el arte plástico sin la linealidad referencial ni temática que impone el lienzo.

Juan Cházaro García (Villahermosa, 1973) es uno de los creadores plásticos que funde estas características, la irreverencia, la técnica mixta y la yuxtaposición de los planos con una visión sórdida de las cosas mínimas, visión, sin embargo, que elude sin éxito la esperanza. Asume el papel, como él mismo dice, de mortificado para dar testimonio de "los pinchurrientos días y cosas asqueantes" que vacían la cotidianeidad de todo optimismo.

Utiliza para ello, desde el punto cromático, el claroscuro en grises, sepias y marrones para crear atmósferas opresivas y para llamar la atención del espectador hacia los espacios velados. Altera la distribución del plano bidimensional para ofrecer momentos distintos que se conjuntan por su significación, añadiendo al elemento plástico notas científicas, apuntes de varia reflexión, definiciones de diccionario que guían la lectura plástica en el título y la imagen.

Los personajes que pueblan su obra están cargados de un expresionismo asfixiante que va de personajes sin rostro hasta caricaturas. Hay grito y contemplación, momento suspenso y el absurdo de los pensamientos más profundos y por ello, más cotidianos: el amor, la muerte, la vida. Y podría pensarse que no hay más que un dolor cardiaco continuo, una expectación de bomba, un lugar vacío, un fruto inalcanzable, un "llover sobre mojado" o la violencia dolorosa.

Sin embargo, hay debajo una busca de esperanza o, al menos, el deseo de que tal esperanza exista. La vocación de regar un renuevo en el páramo del lienzo vacío, la intención soslayada de no darse aún por vencido aunque las hormigas roben a los pobres para regalar a los ricos. De esa manera Cházaro interpela al espectador, mostrando la angustia del vivir ahora y la firme decisión de no padecerla. Así encuentra, de obra en obra, su forma de entender el mundo y llevarlo al plano pictórico para legitimar a gritos su trabajo en un espacio donde el arte cada vez es más un círculo vicioso de denuncia social o autocomplacencia.

Juan Cházaro García estudió Artes Plásticas en la UV, opción Pintura. Ha participado en más de 25 exposiciones colectivas desde 1996 en Tuxtla Gutiérrez, Campeche, Puebla, Xalapa y la ciudad de México. En el 2000 presentó Pinturas Negras en esta capital. Ha obtenido menciones de honor en el "III Encuentro Nacional de Estudiantes de Artes Plásticas" y en las Bienales de Pintura de Tabasco y Campeche en 1998 y 1997, respectivamente.

Estudió con los maestros Francisco Castro Leñero, Gladys Villegas, Omar Gasca, Patricia Soriano y Xavier Guadarrama desde 1995. En el 2000 fue becario del Fonca y actualmente es asistente de museografía en el Jardín de las Esculturas del Ivec.