Año 2 • No. 43 • octubre 29 de 2001 Xalapa • Veracruz • México
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Libros y Revistas
Ivan Javier Maldonado
 


Un jardín de senderos que se bifurcan
esa trama de tiempos que se aproximan,
se bifurcan, se ocultan o que secularmente
se ignoran, abarca todas las posibilidades

Jorge Luis Borges

Género de naturaleza proteica, en el ensayo puede confluir cualquier temática, estilo o recurso, siendo su eje vertebral la versatilidad en el manejo de ideas a través de un lenguaje persuasivo; su intención, involucrar al lector hasta la médula en las tentativas de reflexión que afloran en el texto, aceptándolas o no (un encuentro capaz de transformar radicalmente la manera de entender el mundo).

Ante la copiosa producción del ensayo en nuestras letras durante el siglo XX -entre otros vectores, a la urgencia de comunicar una experiencia, el auge de suplementos culturales y revistas dedicados al análisis de hechos culturales tanto propios como ajenos, o la labor desarrollada en los centros de investigación-, la UNAM, la UV y Editorial Aldus han sumado esfuerzos para sacar a la luz el volumen Ensayo literario mexicano, cuya preparación corrió a cargo de John S. Brushwood, Evodio Escalante, Hernán Lara Zavala y Federico Patán.

En su prólogo, Patán consigna la definición de ensayo que dio soporte a la selección: "el abordaje personal de un tema literario, en lo posible con una buena dosis de espíritu lúdico". Tal directriz, tendente a privilegiar el material creativo sobre el de fuerte cuño académico, incita a la reflexión no sólo de la literatura, sino también para comprender tanto a nuestro entorno como a nosotros mismos (veta que desarrolló con suma eficacia Michel de Montaigne).

Quiero enfatizar en dos aciertos de los antologadores. Por un lado, aunque los escritores mexicanos han vertido juicios relevantes sobre las culturas de otras latitudes, decidieron tomar trabajos cuyo referente fuera el contexto hispanoamericano; por otro, para que el lector se formara una idea de cuáles son las vetas en que ha evolucionado este género, no retoman ni el punto de partida ni los autores canónicos incluidos por José Luis Martínez en El ensayo mexicano moderno.

Así, el volumen, cuyos cincuenta textos son ordenados bajo un criterio general (los que hablan de la obra de un algún escritor y los que se dedican a un aspecto de la narrativa), contiene, entre otros, a Antonio Alatorre, Emmanuel Carballo, Rosario Castellanos, Carlos Fuentes, Tomás Segovia, Ramón Xirau, integrantes de la Generación del Medio Siglo (Elizondo, García Ponce, Margo Glantz, Ibargüengoitia, Monsiváis, José Emilio Pacheco, Margarita Peña, Pitol, Schneider, Zaid), la Onda - José Agustín, Manjarrez-, autores de los setenta y ochenta (José Joaquín Blanco, Fabienne Bradu, Marco Antonio Campos, Adolfo Castañón, Gonzalo Celorio, Hugo Hiriart, Vicente Quirarte, Luis Arturo Ramos, Ruy Sánchez, Serna, Sheridan, Vicente Francisco Torres, Villoro), cerrando con Christopher Domínguez, Alberto Paredes, Roberto Vallarino, Jorge Volpi y Von Ziegler.

Si el ensayo, como ya mencioné, es una vía de conocimiento tanto del mundo como de sí mismo, este libro da cuenta de la compenetración entre el escritor y su tema de estudio, instaurándose un diálogo en el que se desprende la afinidad, la amistad, el amor o la admiración. Relecturas que, al ser puestas en la escritura, fraguan un material eminentemente re-creativo.

VVAA. Ensayo literario mexicano. Selección de John S. Brushwood, Evodio Escalante, Hernán Lara Zavala y Federico Patán. Edición, prólogo y notas de Federico Patán. UNAM/UV Aldus, colección Antologías Literarias del Siglo XX No. 2, 2001, 832 pp.