Vinculado con la UV por su generoso apoyo para la dirección
de una tesis de maestría, el investigador Andrés Reséndez
Medina, quien durante más de tres décadas se ha dedicado
al estudio de los peces de las lagunas costeras del Golfo de México,
asegura que el nivel de contaminación que sufre la mayoría
de los cuerpos de agua en nuestro país ha afectado notablemente
a las poblaciones de especies acuáticas e, incluso, propiciado
la extinción de algunas de ellas.
Fundador
de la Sociedad Mexicana de Ictiología y actualmente investigador
de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT),
Reséndez Medina habló acerca de un conocido pez, considerado
como uno de los "platos fuertes" de la cocina mexicana
por el delicioso sabor de su carne y que, sin embargo, a raíz
de la fuerte contaminación que sufre su hábitat y
la pesca indiscriminada de la cual es objeto, se ha convertido en
una especie amenazada.
Aunque
actualmente es endémico de los pantanos y lagunas de Tabasco,
se cree que en otro tiempo el "pejelagarto" habitó
también en Campeche, Veracruz y muy posiblemente en Chiapas.
Por su peculiaridad y quizá por ser tan tabasqueño
como él mismo, el investigador ha dedicado gran parte de
su tiempo a este pez considerado uno de los últimos eslabones
de la evolución sáurica.
No
menos llamativo que el pejelagarto, el pez pipa también constituye
una de sus especies predilectas. Éste es semejante a un caballito
de mar y tiene un atractivo tan singular que se ha convertido en
el blanco de muchos comerciantes interesados en disecarlo para venderlo
como objeto ornamental, situación que ha puesto en peligro
su supervivencia.
Producto
de los interminables recorridos que ha realizado desde la laguna
de Tamiahua, al norte del estado de Veracruz, hasta la zona del
caribe en Cancún, caminando por la costa y haciendo exhaustivos
estudios, Reséndez Medina ha hecho numerosas publicaciones
que arrojan un poco de luz a un tema poco conocido.
"Para
mí ha sido un área apasionante, sobre todo porque
la información que hasta ahora existía era muy escasa.
La mía ha sido una contribución muy modesta, pero
le he dedicado mucho esfuerzo y trabajo".
Actualmente
este académico realiza investigaciones en la Reserva de la
Biósfera Pantanos de Centla, ubicada en una planicie con
lomeríos aislados y suelos pantanosos en Tabasco. Desde 1998,
la actividad científica dentro de la reserva se ha incrementado
de manera sustancial, iniciándose investigaciones básicas
sobre aves, peces, moluscos y plantas.
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