Las actividades medulares del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales
(IIH-S) son, por un lado, generar conocimiento relevante en su área,
por otro, difundir a través de sus publicaciones los estudios
que desarrolla su personal académico, conformado por profesionales
provenientes de las áreas de Humanidades y Económico-Administrativa.
Parte
de la labor editorial de esta dependencia consiste en la colección
Historias veracruzanas y la edición de un anuario que refleja
las actividades docentes y de investigación que tienen lugar
en el instituto. Vale la pena mencionar la aparición, en
el periodo 1987-1988, del número especial La historia gráfica
de la industria petrolera y sus trabajadores (1900-1938), y recientemente
editó la colección de libros gráficos Veracruz:
Imágenes de su historia, con monografías de Santa
Rosa, Río Blanco, Orizaba, Coatepec, Papantla, Los Tuxtlas
y Xalapa. También sobresale la formación de un archivo
gráfico de Veracruz, con cerca de tres mil fotografías
del Porfiriato, la industria petrolera, el campesinado y otros grupos
sociales.
Alberto
Olvera, quien el mes pasado fuera nombrado director del IIH-S, habla
en entrevista sobre los retos a que deberá hacer frente de
esta entidad académica, próxima a cumplir 30 años.
¿Qué están poniendo en sus manos al nombrarlo
director del instituto y qué piensa hacer con ello?
El
IIH-S se compone de 24 miembros, algunos de ellos asignados a funciones
administrativo-académicas, y 20 investigadores activos, de
los cuales 12 pertenecen al SNI. El Instituto tiene un posgrado
inscrito en el Padrón de Excelencia del Conacyt, el doctorado
en Historia y Estudios Regionales, y una revista semestral que ha
estado funcionando a lo largo de varios años y que se va
a llamar Ulúa a partir del próximo año.
Lo
que me propongo hacer con este material humano y físico,
por lo que toca al posgrado, vamos a tratar de diversificar su oferta,
especialmente abrir una maestría que posiblemente sea en
Ciencias Sociales. Esperamos abrirla en un plazo corto, y así
cubriremos este hueco de mercado muy grande que existe actualmente
en Veracruz. En investigación queremos diversificarnos y
enriquecernos, pues nuestro estado vive un déficit gigantesco
en materia de investigación social histórica contemporánea.
La
UV nunca ha sido una institución dedicada al estudio específico
de problemas sociopolíticos, de manera que tenemos la obligación
moral de poner nuestro grano de arena en este esfuerzo por mejorar
nuestra capacidad de estudiosos en este renglón, a través
de convenios interinstitucionales o contrataciones muy específicas
y selectas en la repatriación de investigadores jóvenes
recién doctorados.
Finalmente,
en difusión queremos garantizar que nuestra publicación
periódica (Ulúa), también se inscriba en el
padrón del Conacyt. Además, aspiramos a diversificar
nuestra oferta hacia la sociedad local mediante la organización
de un ciclo permanente de conferencias públicas sobre temas
de actualidad e importancia para la entidad Veracruzana.
¿Estará el instituto un poco más al alcance
de los estudiantes de licenciatura?
La relación del IIH-S con las licenciaturas se da por ahora
a través de nuestra presencia como profesores. Investigadores
de aquí imparten cátedra en las facultades de Sociología,
Historia y Antropología, por ejemplo, mas no hemos logrado
establecer una secuencia formativa. La idea de tener una maestría
sería no sólo orientada a los estudiantes de la UV;
yo creo, en lo personal, que los estudiantes deben buscar otras
opciones fuera.
|