Año 2 • No. 43 • octubre 29 de 2001 Xalapa • Veracruz • México
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Migraña, malestar y dolor
Juan Carlos Chávez Q.
(Facultad de medicina-Xalapa)
Última parte
 


Ya conociendo lo que es un aura, se puede comprender la clasificación de la migraña. La migraña sin aura es la migraña más ordinaria, de ahí que también se le conozca como migraña común, en este tipo, se puede o no encontrar en menor frecuencia el síndrome característico (el aura), y siendo así, se presenta más que nada nauseas, vómito, fotofobia y fonofobia. El dolor de cabeza es unilateral, de carácter pulsátil y de intensidad moderada o severa y los ataques pueden durar de cuatro a 72 horas para acabar en la cefalea.

La otra clasificación de la migraña es con aura o clásica, en este tipo, el aura puede durar más de 60 minutos y aparecer minutos antes o junto con el dolor de cabeza con intervalos libres de menos de 60 minutos, se pueden presentar todos los signos y síntomas del aura. Se dice que el aura es una aviso previo al dolor de cabeza y que puede acontecer de horas hasta dos días.

La migraña es más común en mujeres que en hombres y aunque hay una discrepancia en cuanto a saber la edad más susceptible a la migraña, se puede tener un intervalo de 10 a 55 años de edad. La migraña se puede asociar al control hormonal, pues la mayoría de las migrañas de las mujeres son menstruales y se tiene la teoría de que se debe a la caída de estrógenos antes de la menstruación, este subtipo de migraña -por clasificarla de alguna forma-, empieza dos o tres días antes de comenzar la regla y termina de dos a tres días después, siendo cierta esta teoría, habría que ampliar el pensamiento a que no sólo la regla influye en la migraña ocasionada por el control hormonal, sino también al tomar anticonceptivos orales, durante el embarazo, menopausia y a otros procesos fisiológicos donde se encuentre el incremento o disminución de hormonas en la mujer, que es la que más sufre este padecimiento.

Las causales de una migraña pueden ser diversas, cada vez se encuentran más factores que desencadenan un ataque migrañoso, entrando de nueva cuenta a un territorio que hay más por conocer, pues no se sabe con certidumbre que es en sí lo que la ocasiona, aunque lo más seguro es que se deba a una predisposición genética, ya que la mayoría de los pacientes dicen tener familiares que padecen o padecieron migraña, por lo que el campo de la genética relacionado con este padecimiento es todavía muy corto.

Además de las teorías de la herencia y el control hormonal en mujeres como factores desencadenantes, encontramos estímulos alimenticios como el consumo de tiramina, sustancia que se encuentra en quesos y plátanos maduros entre otras comidas, la feniltilamina en el chocolate, café, cola y té, el glutamato monosódico, el nitrito sódico, y también por otros alimentos como los cítricos y la ingesta de alcohol. En cuanto a estímulos ambientales, tenemos las luces brillantes, los olores intensos, los cambios de clima y de presión. Los factores psicológicos tal vez sean los más importantes, pues son lo que cada vez afectan a nuestra sociedad y de todo el mundo, aquí encontramos al estrés, la misma relajación después del estrés, hambre, depresión, inquietud, anorexia, insomnio y dormir de más. Los pacientes con dolores de cabeza y malestares del aura, no necesariamente demuestran migraña, para esto hay un diagnóstico que debe realizar cuidadosamente el especialista, que en este caso será el neurólogo para saber si en realidad es una migraña y no otro tipo de cefalea; cada pregunta hecha al paciente es de suma importancia, desde cuestionarle cómo son sus ataques, desde cuándo le han afectado, qué es lo que come, qué ha notado el propio paciente respecto a su actitud, sus actividades, hasta posiblemente conocer ciertos problemas que terminen en el estrés u otra causa psicológica.

La terapéutica para una migraña puede ser diversa, va desde la convencional farmacológica de la medicina occidental hasta terapias alternativas de la medicina oriental como la yoga, la acupuntura, el Tai Chi, etcétera. En el tratamiento más común, se recomienda reposo sin molestias de ruidos ni luminosas, eliminar el consumo de alimentos predisponentes, compresas de agua fría para el cuero cabelludo, ducha de agua caliente para favorecer a la circulación del cuerpo y la administración de diferentes drogas, de hecho, hoy en día hay infinidad de medicamentos empleados, entre los más comunes están los betabloqueadores y los bloqueadores de calcio para disminuir la contracción vascular y permitir el paso de mayor flujo sanguíneo a la base del cerebro, se puede administrar cafeína o ergotamina para tratar la dilatación vascular que provoca que se desencadene la cefalea causada por la vaso dilatación en el cuero cabelludo y músculos de la cabeza.

Cuando la migraña es producto de la depresión, se administran antidepresivos como la amitriptilina y para bajar la densidad de la sangre se utilizan medicamentos como el ácido acetilsalicílico (aspirina). En una migraña menstrual se administra estradiol en dosis bajas para compensar la falta de estrógenos, ácido acetilsalicílico y beta-bloqueadores.

La migraña es un padecimiento vascular en las arterias que irrigan la mayor parte del cerebro y por la falta de oxigeno en neuronas ocasiona el aura, las reacciones que desencadenan la cefalea es por la dilatación de vasos sanguíneos del cuero cabelludo, músculos e incluso hasta las mismas arterias cerebrales para contrarrestar la vasoconstricción, en efecto, esto es lo que se sabe de la migraña y la mayor parte de la fisiopatología se basa en teorías de un padecimiento tan viejo y común, pero todavía falta por descubrir más acerca de él.