Las
instalaciones de la Facultad de Ingeniería Civil tienen un
nuevo aspecto gracias al esfuerzo coordinado de estudiantes y autoridades,
quienes decidieron unir voluntades para lograr espacios más
dignos y cómodos que favorezcan la vida académica.
Armados con brochas y botes de pintura proporcionados por la dirección
de la facultad, estudiantes del noveno semestre le dieron una "manita
de gato" a sus salones para recibir el nuevo mobiliario - sillas
y mesas- del que han sido dotados, por lo que la ocasión
fue un buen pretexto, en opinión de uno de estos jóvenes,
"para darnos la oportunidad de convivir con quienes muy pronto
ya no vamos a poder estar todos los días, pues nos encontramos
a punto de egresar".
Pero, ¿por qué habrían de participar en una
tarea que se podría asumir como obligación exclusiva
de las autoridades? Los estudiantes de Ingeniería Civil opinan
que es una forma de mostrar su compromiso con la facultad y abrir
las puertas para que ésta sea un espacio que merezca la atención
de la Universidad Veracruzana: "Nosotros estamos en la mejor
disposición de colaborar, siempre y cuando se nos dote de
los recursos para poder mantener un lugar digno, propio para el
aprendizaje", apuntan algunos integrantes del grupo 901.
Aunque sólo gozarán unos cuantos meses de los beneficios
de su trabajo, estos jóvenes dicen sentirse satisfechos de
su participación porque es una forma de decirle a las siguientes
generaciones que se puede mejorar: "Durante muchos años,
la Facultad de Ingeniería ha tenido fama de ser una de las
más revoltosas de la UV, tal vez porque somos mayoritariamente
hombres, o por nuestro carácter, no sé, y ésta
es una buena forma de demostrar que si participamos en la destrucción
de nuestras instalaciones también podemos colaborar para
su mejoramiento".
Todos coincidieron al señalar que su facultad aún
tiene muchas carencias, sin embargo, también reconocieron
que, en los últimos cuatro años -tiempo que han permanecido
como estudiantes en esta institución- las mejoras han sido
significativas. "Hay más vida en la biblioteca de la
escuela, existe un proyecto para poner un laboratorio de hidráulica
y otros proyectos de los que nosotros ya no vamos a poder disfrutar,
pero que podrán aprovechar las siguientes generaciones".
Entre broma y broma, los estudiantes no dudaron en señalar
que si de "manitas de gato" se trata, no les vendría
mal una que otra a sus profesores, "hay que reconocer que contamos
con maestros que tienen mucha experiencia y saben mucho, pero tampoco
nos pueden negar que hay otros que necesitan una renovación
urgente".
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