Un
excelente camino forjado, desde hace 30 años, basado en el
trabajo, investigación y reconocimiento de su gente, respalda
hoy al Instituto de Investigaciones Histórico Sociales (IIHS)
de la UV, pues ha logrado consolidar proyectos como el doctorado
en Historia y estudios regionales y traza metas más ambiciosas
que seguramente pueden ser cumplidas.
David Skerritt, quien llegó hace 21 años al instituto,
dijo que éste abrió sus puertas para formar jóvenes
becarios de la UV en la investigación. Durante su primera
etapa, varios académicos de el Colegio de México (Colmex)
colaboraron en este proyecto de modernización en el quehacer
histórico, y algunos de ellos todavía siguen activos.
La segunda fase se da cuando los miembros del IIHS comienzan, de
manera colectiva, a ser productivos en la investigación:
"empezaron a hacer una producción novedosa que cuestionaba
la gran historia nacional, tomando un rumbo distinto a lo que era
la ortodoxia de la historia hasta ese momento".
Actualmente, para Skerritt, el IIHS se encuentra en una tercera
etapa donde no únicamente hay producción, sino una
total maduración de su quehacer, de tal forma que está
en condiciones de formar grupos que regresan a las facultades y
son parte fundamental en la formación de los estudiantes,
al igual que participan en redes de investigación nacionales
e internacionales, es decir, están caminando solos y exportando
el acervo logrado en 30 años.
A la vez, ha habido un importante proceso de compartir lo producido
en la UV con municipios, grupos sociales y culturales, casas de
cultura y organizaciones, yendo más allá de una relación
sólo con jóvenes universitarios.
Para él, una de las mejores formas de palpar la maduración
del IIHS es la consolidación del doctorado en Historia y
estudios regionales, cuya tercera generación acaba de iniciar
sus actividades, y que cuenta con el aval del padrón de excelencia
del Conacyt.
A su parecer, el futuro inmediato de la UV es asegurar que su programa
de posgrado florezca. "No sólo el doctorado deberá
continuar cumpliendo con los parámetros establecidos por
el Conacyt, sino que deberá establecer, en el corto plazo,
un programa de maestría general en ciencias sociales, para
lo que contamos con un acervo de profesores capacitados".
Otro de los retos será introducir a los jóvenes en
la investigación y docencia, además de sumarlos a
la planta laboral del instituto, siguiendo el proceso de reemplazo
paulatino y, por supuesto, darle continuidad a los proyectos ya
establecidos.
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