Con
el fin de detectar la situación que vive el estudiante promedio,
José Luis Castillo Hernández, secretario académico
de la Facultad de Nutrición, asegura que han puesto en marcha
una serie de acciones que les permitirá, tanto a los directivos
de la facultad como a los mismos docentes, evaluar las características
del proceso de enseñanza-aprendizaje, siendo uno de los aspectos
a considerar las expectativas de los alumnos en torno a su formación
y práctica profesional.
De tal manera, tras la identificación de las características
positivas y negativas más desarrolladas entre la comunidad
estudiantil, podrán implantarse estrategias que fortalezcan
los atributos del perfil académico y garanticen mayores posibilidades
de éxito a los egresados, partiendo de la premisa de que
un profesional comprometido con las necesidades sociales del país
y preparado científicamente para tratar de forma integral
los problemas del individuo, la familia y la comunidad en múltiples
escenarios (consultorio, comunidad rural, escuela y centro de trabajo)
podrá mejorar sus condiciones de salud y nutrición.
A partir del perfil del egresado, se identificaron como rasgos positivos
una actitud tolerante y de propuesta, conducta ética congruente,
conciencia crítica, relación social e información
social y cultural, al igual que capacidad de análisis, creatividad,
organización, síntesis y destreza. Por el contrario,
algunos de los rasgos negativos que destacan son: actitud autoritaria,
desinterés hacia la lectura, irresponsabilidad, apatía
y baja autoestima, falta de creatividad personal, carencia de instrumental
didáctico, incapacidad de comunicar los conocimientos e indiferencia
por la nvestigación.
Una vez clasificados tales atributos, se procedió a efectuar
un cuestionario de 20 preguntas con tres
opciones de respuesta, a fin de evaluarlos entre los jóvenes
de la facultad. A los estudiantes seleccionados para resolver esas
preguntas se les explicó que no se trataba de una evaluación
sobre conocimientos ni opiniones, ya que no deberían anotar
su nombre, sino de seleccionar la respuesta con que estuvieran de
acuerdo. También se les solicitó que no dejaran sin
responder ningún inciso y que al finalizar entregaran la
hoja de respuestas, debiendo conservar una copia para autoevaluarse.
La encuesta arrojó resultados para considerarse, ya que ninguno
de los alumnos seleccionó de manera correcta la respuesta
que evaluaba la capacidad de organización y en la de los
atributos que medían las capacidades de síntesis y
de análisis, sólo seis y 13 alumnos respectivamente,
seleccionaron la opción considerada como "deseada".
Los aspectos profesionales positivos en los que un mayor número
de alumnos puso la respuesta deseada fue en los que calculan la
capacidad creativa y las destrezas. El atributo personal negativo
que se encontró en el mayor número de alumnos evaluados,
fue la falta de creatividad y en un número menor la actitud
autoritaria, mientras que 58 de 260 encuestados mostraron desinterés
hacia la lectura y 181 de 260 indiferencia profesional.
Concerniente a la carencia de instrumental didáctico, la
no preparación de clases, indiferencia por la investigación
e incapacidad de comunicar los conocimientos, hubo cifras poco representativas.
El mayor avance de dicha investigación reside en que, a través
de este tipo de mediciones, las autoridades de la Facultad de Nutrición-
Xalapa pudieron identificar la actitud tolerante y de propuesta,
la conducta ética congruente, la capacidad de organización,
análisis y síntesis y la creatividad como atributos
prioritarios a desarrollar entre los alumnos.
|
|