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"Estoy
saliendo de una cueva donde estaba deliciosamente protegida del
mundo; exponer es ceder mi escondite al mundo y permitirles que
me vean como soy", asegura Valentina Sandoval al referirse
a la muestra de cerámica Vestigios ocultos que será
expuesta a partir del 11 de diciembre en el Jardín de las
Esculturas del Ivec, en la ciudad de Xalapa.
Esta
muestra de cabezas y máscaras viene a demostrar que las apariencias
engañan y que las cosas no son lo que aparentan. Valentina
nos presenta el lado oscuro que vive en su interior y que forma
un perfecto equilibrio con su imagen dulce e ingenua.
A
través de una veintena de piezas que, sin ser aún
develadas, ya han causado polémica entre sus
amigos cercanos. Conocemos la parte fiera, violenta y fuerte de
esta mujer que afirma que de una u otra manera todos sufrimos de
una ceguera que no es física y que no nos permite ver ni
en el interior de los demás ni en el de nosotros mismos.
"Mis
esculturas no expresan emociones sino actitudes ante la vida, básicamente
manejo la ceguera espiritual. Normalmente nos dejamos llevar por
el raciocinio del pensamiento, más que por un contacto íntimo.
Las marcas en la vida se sellan en nosotros y las encuentras ocultas
detrás de todas las máscaras que utilizamos para ocultar
lo que somos".
Vestigios
ocultos se constituye por piezas de fuerte presencia que reflejan
un dolor, angustia y tristeza que brotan de su autora y que hacen
que el observador se pregunte ¿cómo una mujer de apariencia
tan tranquila puede cargar con semejantes seres en su interior?
Valentina responde que es a través de estas máscaras
que manifiesta no lo que ve, sino lo que siente, que ve de y en
la gente: "A ciencia cierta no tengo idea de donde salen, pero
creo que desde hace mucho tiempo las he imaginado. Toda mi vida
he observado a las personas y dentro de mis posibilidades he tratado
de entenderlas".
Las
máscaras y cabezas de la ceramista y escultora, literalmente
gritan el dolor que como seres humanos experimentamos al no poder
ver a la gente o hablar con ella fuera del plano superficial: "Una
de mis esculturas es "El hombre que no escuchaba", es
un hombre con los ojos y la boca cosidos, que no tiene pupilas porque
no ven nada sus ojos vacíos y ausentes; el hombre puede oír
y ver, porque sus órganos están sanos, pero no quiere
hacerlo".
Valentina
se representa en todas y ninguna de las piezas que integran la exposición,
y piensa en una manera para interactuar con los observadores.
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Fibra-arcilla,
técnica innovadora |
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Además,
en sus piezas escultóricas, Valentina Sandoval
ha creado una nueva técnica en cerámica,
que ella misma ha bautizado como fibra-arcilla, una
variación del barro-papel que ya había
trabajado: "La idea me vino de mezclar fibras vegetales
con barro y tierras de monte; así logré
pastas con las que elaboro placas que se fracturan poco
y que tienen una consistencia muy maleable que me permite
jugar mucho". Valentina recibió la beca
que otorga el Fondo Estatal para la Cultura y las Artes
de Veracruz, en la categoría de Creadores (Artes
Visuales-Cerámica), con cuyos fondos le fue posible
iniciar la investigación sobre las posibilidades
de utilizar la fibra-arcilla en su trabajo artístico.
La
exposición Vestigios ocultos será inaugurada
a las 19:30 horas, el 11 de diciembre, en el Jardín
de las Esculturas y estará abierta al público
durante diciembre y en enero y febrero de 2002.
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