Año 2 • No. 52 • febrero 18 de 2002 Xalapa • Veracruz • México
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  Nuestro señor el desollado
Xipe-Totec...
Remedios Aguirre Sullivan
 


En el max se exhibe la figura de un metro y medio de altura que representa a Xipe-Totec, Nuestro Señor el Desollado, deidad relacionada con la fecundidad y la primavera

Representa un personaje sedente, que sobre su piel porta la de un sacrificado, por ello parece tener cuatro pies y brazos. Seguramente se trata de un sacerdote que, en este caso, personifica a la deidad de la fertilidad conocida como Xipe-Totec.

Está información está especificada en la ficha museográfica colocada junto a esta pieza. Pero para saber más sobre esta deidad de miembro erecto, platicamos con Ixchel Fuentes Reyes, curadora del Museo de Antropología de Xalapa (max).

Xipe-Totec es la deidad de la fertilidad, su fiesta era la segunda del año, alrededor de marzo, entonces también se asocia a la primavera. Para esta fiesta se sacrificaban a todos los cautivos: hombres, mujeres y niños. El sacrificio consistía en el desollamiento, la piel nueva. En esta pieza se puede ver como el sacerdote trae puesta la piel del sacrificado, en la parte posterior se observa el amarre de la piel. Según los expertos, también quienes tenían algún padecimiento dermatológico se ponían la piel de un desollado para sanar.

En esta festividad, además de vestirse con las pieles de los desollados, se comían su carne. Escribieron los cronistas que la carne era comida por los invitados al banquete. El dueño del cautivo ofrecía a Moctezuma el muslo y el resto de los invitados comían otras partes de la carne. Pero el dueño del cautivo sacrificado no comía de esta carne, pues era considerado como alimentarse de su propia carne. Sin embargo, degustaba de la carne de los cautivos que pertenecían a otros.

Para la ceremonia de sacrificio, los cautivos pasaban la noche en vigilia, al día siguiente los ataviaban con las vestimentas propias del dios y los llevaban hacia la pirámide. Ahí, el sacerdote les sacaba el corazón y lo ofrecía al dios. Se tiraban los cuerpos y después otros sacerdotes los desollaban. Entonces se iniciaba el baile relacionado con la deidad.

"Esta pieza fue encontrada en Aparicio, en las costas de Veracruz, pertenece a lo que llamamos la cultura del centro. La práctica de sacrificios se conoció en Tenochtitlan, pero hay evidencias de que se practicaban ceremonias similares en nuestro estado", afirma la curadora del museo.

Mientras platicamos, caminamos alrededor de Xipe-Totec y me percaté de un orificio que tiene en la parte superior, pregunté a Ixchel de qué se trata alo que ella respondió: "Ese tipo de orificios se han observado en piezas de varias culturas, tal vez ahí estaba embonado algo perecedero, como plumas, por ejemplo".

Xipe-Totec fue motivo de inspiración en la producción literaria de Carlos Fuentes, comenta Rubén Morante, director del max, recordando una conversación con el escritor mexicano. Igual que esta pieza, cada objeto exhibido en el max tiene una historia que va más allá de los datos museográficos que están a la vista de todos. Con la ayuda de Rubén Morante e Ixchel Fuentes iremos descubriéndola en estas páginas. Mientras tanto, les recuerdo que el max ha cambiado sus horarios y ahora pueden visitarlo de martes a domingo entre las 09:00 y las 17:00 horas.