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Este viernes 8, la Orquesta Sinfónica
de Xalapa, bajo la batuta de su director titular, Carlos Miguel
Prieto, interpretó un equilibrado repertorio que incluyó la Tocata
para percusiones y orquesta, de Carlos Chávez, seguida por la Serenata
No. 9 en re mayor Posthorn, de Mozart, y terminará con el Concierto
No. 2 para piano y orquesta, de Brahms.
Carlos Chávez (1899-1978) estudió piano con Manuel M. Ponce y Pedro
Luis Ogazón, armonía con Juan B. Fuentes y, de manera autodidacta,
fuga contrapunto y composición, analizando no sólo las obras de
grandes maestros, sino también la música india y mestiza. A partir
de sus Madrigales (1921) y Nocturnos (1922), abrazó el impresionismo.
Su estancia en Europa lo convenció de que "había que realizar lo
nuestro, construir nuestra escena y actuar en ella, realizar lo
que se pudiera, mucho o poco, bueno o malo, pero propio y un poco
diferente".
A pesar de que ya se han cumplido más de 200 años de su muerte,
el nombre de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) todavía resuena.
Sin duda, él es el mayor ejemplo de fecundidad en la historia de
la composición, pues tiene catalogadas 626 obras, y si no hubiera
fallecido a tan temprana edad, quién sabe hasta dónde podría haber
llegado y qué habría compuesto.
Asimismo, Mozart ha pasado a la historia por ser el paradigma del
niño prodigio. A la edad de ocho años, siendo ya un concertista
reputado al que su padre llevaba de gira por diversas ciudades de
Europa, hizo su primera sinfonía, y a los 13 su primera ópera. Podía
ser un compositor puramente religioso, masónico, humorístico, dramático,
frívolo, erótico o abstracto; moldeaba la música como le apeteciera,
sin ningún límite ni dificultad.
Otro genio, a no dudar, fue Johannes Brahms (1833-1897), quien estudió
piano desde los siete años, y a los 13 cursa teoría y composición
con Eduard Marxsen. En 1853, durante una gira con el violinista
húngaro Remenyi, conoció a Joseph Joachim y a Liszt, pero también
a Clara Schumann, por quien sintió un apasionado amor que, con el
tiempo, se fue transformando en veneración.
En este concierto de la OSX, actuó como solista el pianista Arturo
Nieto-Dorantes.
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