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Miro el reloj y créanme, lo encuentro como
siempre, del mismo color, con sus tres manecillas girando y con
el fechador que indica que es día 20 de febrero. La noche de Xalapa,
un miércoles típico en materia y esencia, la neblina se apoderó
de las calles con el paso de los minutos y los segundos, mientras
de nuevo veo el reloj, que sigue igual, sin cambios, es sólo mi
reloj.
Sin embargo, durante un minuto de ese miércoles por la noche, el
tiempo estuvo en perfecta simetría, produciéndose una asombrosa
coincidencia entre la hora y fecha. ¡Vaya! Un momento de inspiración,
de reflexión, de no sé qué pero que de pronto, y después de leer
el Times de Londres tuvo sentido, adquirió un nuevo valor.
Para los que siguen el calendario Gregoriano, a las ocho y dos minutos
de ese miércoles sucedió no sólo en Xalapa, sino en todo el mundo
una curiosidad matemática milenaria. La hora, la fecha y el año
formaron el palíndromo 20.02, 20/02/2002, es decir, una cantidad
o cifra que se lee de igual manera de izquierda a derecha o viceversa.
La última vez que tuvo lugar esta rara alineación fue la mañana
del 11 de noviembre, del año 1111, según los matemáticos. La hora,
la fecha y el año volverán a formar este palíndromo numérico dentro
de 110 años, a las 21 horas y 12 minutos del 21 de diciembre del
año 2112, o sea 21.12, 21/12/2112.
Estamos hablando de simples matemáticas, un hecho, una hora que
seguramente pasó desapercibido en cientos, en miles de personas
pero no así en sus relojes, los cuales fueron los afortunados testigos
de este hecho que ni usted ni nosotros vamos a volver a presenciar,
a menos que usted sea capaz de vivir hasta el año 2112.
Pero salgámonos un instante de nuestro horario y veamos qué pasó
en otras latitudes, en otros "Universos". Esta curiosidad matemática
provocó entusiasmo entre científicos y psíquicos en el mundo entero.
El profesor de matemáticas Bernhard Von Stengel, de la Escuela de
Economía de Londres, dijo que el palíndromo numérico del miércoles
20 de febrero mostró lo estimulante que pueden ser las matemáticas.
Von Stengel señaló que tal hecho le parecía muy divertido, incluso
grandioso, porque anima a la gente a jugar con los números, y en
verdad que muy a menudo lo hacemos inconscientemente, sólo con el
ánimo de divertirnos. O usted amable lector, cuántas ocasiones ha
estudiado algún número capicúa como también los conocemos, seguramente
varias.
Pero las ocho de la noche con dos minutos en cuestión significaron
cosas aún más profundas que las matemáticas. Leí también que un
psíquico israelí llamado Uri Geller dirigió ese miércoles una jornada
de meditaciones para celebrar el acontecimiento, ya que la fecha
20/02/2002 es muy, muy rara.
Geller señaló que las fechas palíndromas siempre han tenido un aura
sobrenatural en torno a ellas, y que durante dos o tres minutos
hubo una oleada de conciencia positiva, ya que fue un momento de
alivio, un momento de paz.
En Alemania, la Oficina Mundial de Estadísticas, esa que en alguna
ocasión le ha entregado un Premio a "Zague" por meter más goles
en un partido de eliminatoria de Copa del Mundo, o a Tomas Ravelli,
portero sueco retirado de su selección con más partidos jugados
con su representativo nacional, declaró el 20 de febrero del 2002
como el "Día Universal de la Simetría" por tal acontecimiento.
Después que dejé de explorar las páginas electrónicas del Times
de Londres, las cuales me guiaron a la agencia Reuters y a la Oficina
Mundial de Estadísticas, además de investigar sobre los palíndromos,
me acordé una vez más de los detalles de aquella noche del 20 de
febrero, fecha en que vivimos la hora más curiosa del milenio.
Con información del periódico Times de Londres, La agencia Reuters
y el portal electrónico de la Oficina Mundial de Estadísticas.
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