|
En
México ser negro es motivo de burla y homenaje a la vez. Curiosamente,
se trata de una población que oficialmente no existe a pesar de
que la Constitución indica que todos somos iguales. La realidad
diaria demuestra que en el país se niega la personalidad jurídica
específica para los negros a pesar de que existe un autoreconocimiento
del ser, así como un reconocimiento de otros que los definen como
negros. Estas y otras precisiones fueron acotadas por la investigadora
de la Universidad Veracruzana, Sagrario Cruz Carretero, en la ponencia
Visión histórica de la presencia negra en México que ofreció en
el IV Congreso Centroamericano de Antropología en México, celebrado
recientemente en Xalapa.
La población negra llegó a México tras la conquista, procedente
de África principalmente, y es considerada como nuestra tercera
raíz, junto con los europeos. Actualmente la población negra no
cuenta con una situación judicial diferenciada, no hay un documento
oficial que indique una categoría racial diferencial para los individuos
negros. Cruz Carretero inició sus investigaciones al cobijo de Gonzalo
Aguirre Beltrán. Sus estudios se centraron en un problema metodológico:
localizar a una población negra o afromestiza que según la ley no
existe. De Yanga seleccionaron, en 1987, la población de Mataclara
como una comunidad con un bagaje afro genético más evidente.
Ante la pregunta de cómo la población negra se ve a si misma, en
términos de una identidad colectiva, las encuestas revelaron una
negación general para considerarse abiertamente negros, ellos prefieren
llamarse morenos o cubanos: "por la idea generalizada que tenían
de ser descendientes de migrantes cubanos y la creencia de que todos
los cubanos son negros" mencionó la doctora en antropología.
La opinión generalizada de los no negros que habitan en los alrededores
de Mataclara manifiesta actitudes racistas, prejuiciosas y estigmatizantes,
que tienen que ver con su actividad sexual, olor corporal, higiene,
capacidad laboral, intelectual y física: "incluso hay quien relaciona
a los negros con el demonio y afirma que ellos iniciaron el narcotráfico
en México".
Otro ejemplo de racismo en la comunidad es el rechazo de las uniones
matrimoniales de negros y mestizos, aún cuando la tendencia general
sea la de refinar o blanquear la población y en el terreno verbal
a través de ofensas alusivas al color de la piel y olor corporal.
Una identidad contradictoria es la que define a la población afromestiza
de Mataclara, siguiendo a Cruz Carretero, por un lado se refuerza
el orgullo de ser negro a partir de la celebración del carnaval
y por otra parte se perciben actitudes racistas. Ellos mismos prefieren
procrear una descendencia con un color de piel más claro o refinado.
La investigadora concluyó que el racismo es una actitud persistente
en todos los lugares donde coexisten grupos diferenciados, es una
actitud fuertemente arraigada de la cultura mexicana que se evidencia
en los medios masivos de comunicación, especialmente en la televisión:
"entre más gueritos mejor".
Sería conveniente que las instituciones -según la antropóloga- reconocieran
el racismo y la discriminación como un problema que es necesario
atender y no simplemente negarlo, lo que daría esperanza para combatir
y reparar el trato diferencial negativo tan larvado en instituciones
oficiales y en la sociedad civil: "La identidad y herencia de los
negros no será reconocida ni valorada lo suficiente en la medida
en que la sociedad sostenga que el valor de un individuo depende
de la claridad de su piel".
|