Año 2 • No. 55 • marzo 11 de 2002 Xalapa • Veracruz • México
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Ley suprema
Luis Alberto Rodríguez Uriarte (Facultad de Derecho, SEA. Córdoba-Orizaba)

 

El pasado 5 de Febrero celebramos un aniversario más de la promulgación de la Constitución Política de los Estado Unidos Mexicanos de 1917, y digo un aniversario más porque parece que eso para los mexicanos es tan solo una fecha más en el calendario. Es lamentable el saber que siendo la Constitución el resultado de una lucha por la libertad y por la creación de un Estado digno, donde se respetaran los derechos fundamentales de los hombres y donde los organismos públicos de ese mismo Estado tuvieran su fundamento, sea por completo desconocida por la mayoría de los ciudadanos mexicanos.

Pero hablemos un poco más a fondo de lo que es la Carta Magna, para entender la importancia de este documento solemne. La Constitución Política de un país constituye la Ley Suprema que regula dos aspectos básicos: los derechos del hombre y la organización del Estado. Ambos se originaron en Francia, cuando se cambió a la monarquía por una República. En ese momento se tomó la decisión de que todos los individuos debían de gozar de un mínimo de prerrogativas o derechos que ninguna autoridad podía disminuir ni alterar. Estas atribuciones se llamaron en México garantías individuales.

La Constitución al ser la norma suprema de un país, debe regular el tipo de Estado que se pretende adoptar y la forma de gobierno que se elija para su desenvolvimiento. En México, según el artículo 40 de la Carta Magna, es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República, representativa, democrática y federal. En nuestro país, como en la mayoría de las repúblicas democráticas, el gobierno se distribuye en tres poderes, donde ninguno sobresale ni es más fuerte, estos son el Legislativo(que hace las leyes), el Ejecutivo(el que publica y vigila que se cumplan) y el Judicial(que se encarga de aplicar las leyes cuando existen controversias). Siendo la Ley Suprema la que señala a cada uno de estos poderes sus facultades.

Como comentario final, quiero recalcar , que es un deber cívico de todo ciudadano mexicano conocer su Constitución , para poder exigir sus derechos y cumplir con las normas fundamentales de convivencia, que les permitan vivir tranquilo en una sociedad regida por el Derecho. Comentarios a uriarte13@hotmail.com.