|
Impresionante,
el cierre de acontecimientos conmemorativos del primer centenario
de la modernización del Puerto de Veracruz. Los cálculos más conservadores
indican que fueron por lo menos 10 mil los asistentes al concierto
de clausura del sábado 9 de marzo, y es que el programa no era para
menos.
Ambiente de fiesta, con embarcaciones de todos tamaños haciendo
oír el poderoso sonido de sus sirenas, de modo que los ensayos de
sonido previos a la audición debieron interrumpirse en varias ocasiones.
Era, además, el día del naviero.
El mariachi Vargas de Tecalitlán repitió como solista de la Orquesta
Sinfónica de Xalapa. Así, lo que surgió como un interesante experimento
durante los festivales Junio Musical en el Teatro del Estado de
la capital veracruzana, se hizo extensivo hacia los festejos del
puerto, y la gente tuvo la oportunidad de apreciar el sorprendente
ensamblaje de la sinfónica con la agrupación que ha paseado la música
tradicional mexicana por todo el mundo. Otro atractivo: de nueva
cuenta se reunió a los cien arpistas convocados para el pasado Festival
Cervantino. Alberto de la Rosa, responsable de la coordinación de
semejante número de instrumentistas, repitió la misma experiencia
que tomó por sorpresa al público en la Alhóndiga de Granaditas.
Verdaderas leyendas de la música jarocha se encontraron en el escenario
montado en el Paseo del Malecón, como la Negra Graciana, el famosísimo
“Chayote” Pepe Gutiérrez y don Andrés Alfonso Vergara, éste último
identificado sin duda alguna como el generador del virtuosismo en
el arpa jarocha. Antes de don Andrés, el arpa era sólo un instrumento
sin carácter que sólo servía para acompañar.
Carlos Miguel Prieto, director titular de la osx, supo adecuarse
al espíritu de los jarochos y se puede decir sin temor a la exageración
que “se los echó al bolsillo”. Charló con el público desde el escenario,
bromeó e invitó al baile al iniciar la interpretación del Danzón
número 2 de Arturo Márquez. La experiencia de la informalidad ha
sido enriquecedora. Pero ahora habrá de darse un duro trabajo hacia
el interior de la Orquesta Sinfónica de Xalapa, porque esta semana
se ha programado una de las partituras más demandantes, duras y
complejas del repertorio posromanticista, la Sexta sinfonía de Gustav
Mahler, que Prieto habrá de hacer escuchar el viernes 22.
|