Año 2 • No. 56 • marzo 18 de 2002 Xalapa • Veracruz • México
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  Éxito de la osx en Veracruz
En la Facultad de Artes Plásticas
Gina Sotelo
 

Impresionante, el cierre de acontecimientos conmemorativos del primer centenario de la modernización del Puerto de Veracruz. Los cálculos más conservadores indican que fueron por lo menos 10 mil los asistentes al concierto de clausura del sábado 9 de marzo, y es que el programa no era para menos.

Ambiente de fiesta, con embarcaciones de todos tamaños haciendo oír el poderoso sonido de sus sirenas, de modo que los ensayos de sonido previos a la audición debieron interrumpirse en varias ocasiones. Era, además, el día del naviero.

El mariachi Vargas de Tecalitlán repitió como solista de la Orquesta Sinfónica de Xalapa. Así, lo que surgió como un interesante experimento durante los festivales Junio Musical en el Teatro del Estado de la capital veracruzana, se hizo extensivo hacia los festejos del puerto, y la gente tuvo la oportunidad de apreciar el sorprendente ensamblaje de la sinfónica con la agrupación que ha paseado la música tradicional mexicana por todo el mundo. Otro atractivo: de nueva cuenta se reunió a los cien arpistas convocados para el pasado Festival Cervantino. Alberto de la Rosa, responsable de la coordinación de semejante número de instrumentistas, repitió la misma experiencia que tomó por sorpresa al público en la Alhóndiga de Granaditas. Verdaderas leyendas de la música jarocha se encontraron en el escenario montado en el Paseo del Malecón, como la Negra Graciana, el famosísimo “Chayote” Pepe Gutiérrez y don Andrés Alfonso Vergara, éste último identificado sin duda alguna como el generador del virtuosismo en el arpa jarocha. Antes de don Andrés, el arpa era sólo un instrumento sin carácter que sólo servía para acompañar.

Carlos Miguel Prieto, director titular de la osx, supo adecuarse al espíritu de los jarochos y se puede decir sin temor a la exageración que “se los echó al bolsillo”. Charló con el público desde el escenario, bromeó e invitó al baile al iniciar la interpretación del Danzón número 2 de Arturo Márquez. La experiencia de la informalidad ha sido enriquecedora. Pero ahora habrá de darse un duro trabajo hacia el interior de la Orquesta Sinfónica de Xalapa, porque esta semana se ha programado una de las partituras más demandantes, duras y complejas del repertorio posromanticista, la Sexta sinfonía de Gustav Mahler, que Prieto habrá de hacer escuchar el viernes 22.