La composición socioeconómica de las personas depende en gran medida de los ingresos que éstas perciben. Dentro del marco nacional, ésta composición redunda directamente en la calidad de vida del individuo.

Para atenuar el efecto de la inestabilidad de los ingresos, la familia mexicana se ha valido históricamente del “autoempleo”, ya sea a través de oficios individuales o de la integración de sus miembros en negocios familiares.

Éstos “salvavidas” económicos han influido directamente en la oportunidad que tienen muchas personas de seguir con su preparación educativa o han abierto la posibilidad de comenzar a hacerlo.

Dentro del panorama universitario, un buen porcentaje de estudiantes sobreviven gracias a estos negocios familiares y para algunos a significado la apertura de posibilidades profesionales y logros empresariales.

Es claro entonces, que éstos reductos familiares deben ser llevados con precisión administrativa hacia objetivos claros y fundamentados, que permitan su crecimiento y aumenten su presencia en la sociedad.

Con el fin de aportar algo a este y a otros temas administrativos prácticos; en esta sección iremos desarrollando estrategias de aplicación real e inmediata en las empresas familiares y en otros campos de desarrollo empresarial.

En el siguiente número explicaremos de forma práctica, los principios administrativos para arrancar correctamente un negocio familiar; y daremos algunas ideas para los emprendedores que quieren comenzar uno con su familia. Comentarios a: antony@alo.com.