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Una
recapitulación a manera de repaso
Los medios de comunicación insisten diariamente en términos como
“superautopistas de la información”, “aldea global”, “ciberespacio”,
“cibernautas”, “sociedad de la información”, etc. Nos encontramos
en las puertas de una nueva revolución en materia de comunicación,
comparable a la que supuso la invención de la imprenta en el siglo
xiv.
El término “autopistas de la información” fue acuñado por el vicepresidente
de los Estados Unidos, Al Gore, para designar los servicios de telecomunicaciones
que estarán disponibles en el plazo de l0 a 15 años. Estos servicios,
basados en el uso de fibra óptica para la transmisión de la información,
en lugar del hilo de cobre, permiten el uso generalizado de videoconferencias,
televisión interactiva, compras electrónicas, banca por Internet,
etc. Ya existen las herramientas que permitirán manejar la información
en la “aldea global”, pero la falta de infraestructuras para la
transmisión de datos a precios razonables impide su utilización
masiva.
El embrión de las futuras “autopistas de la información” es la red
Internet. Las redes de computadoras aparecieron en los años setenta
muy ligadas a los fabricantes de computadoras; por ejemplo la red
earn (European Academic & Research Network) y su homóloga americana
bitnet e ibm, o a grupos de usuarios de computadoras con unas necesidades
de intercambio de información, como los físicos de altas energías
con la red hepnet (High Energy Physics Network). El Departamento
de Defensa de los Estados Unidos mediante darpa (Deffiense Advanced
Research Projects Agency) inició a finales de los años sesenta un
proyecto experimental que permitiría comunicar computadoras entre
sí, utilizando diversos tipos de tecnologías de transmisión y que
fuera altamente flexible y dinámico. El objetivo era conseguir un
sistema informático geográficamente distribuido que pudiera seguir
funcionando en el caso de la destrucción parcial que provocaría
un ataque nuclear. En 1969 se creó la red arpanet, que fue creciendo
hasta conectar unas 100 computadoras a principio de los años ochenta.
En 1982 arpanet adoptó oficialmente la familia de protocolos de
comunicaciones tcp/ip. Surgieron otras redes que también utilizaban
los protocolos tcp/ip para la comunicación entre sus equipos, como
csnet (Computer Science Network) y milnet (Departamento de Defensa
de Estados Unidos). La unión de arpanet, milnet, y csnet en 1983
se considera como el momento de creación de Internet. En 1986 la
National Science Foundation de los Estados Unidos decidió crear
una red propia, NSFnet, que permitió un gran aumento de las conexiones
a la red, sobre todo por parte de universidades y centros de investigación,
al no tener los impedimentos legales y burocráticos de arpanet para
el acceso generalizado a la red.
Internet es un conjunto de redes de computadoras que se conectan
entre sí, dando lugar a una red global de ámbito mundial. La característica
común a todas estas redes que componen la Internet es la utilización
de un protocolo de comunicaciones común: el tcp/ip. Una computadora
conectada puede utilizar los servicios que le proporcionan estas
redes, que fundamentalmente son la comunicación con otros usuarios
de la red en cualquier lugar del mundo y el acceso a la información
que se encuentra almacenada en distintos servidores.
Dentro del primer tipo de servicios, la comunicación con otros usuarios,
podemos englobar el correo electrónico y los grupos de discusión,
y en el segundo, el acceso a la información, nos encontramos con
servicios tales como Telnet, Gopher, WWW, FTP.
En Internet cada red de computadoras es responsable de sus propios
recursos y de su conexión a la red global. Es decir, no existe un
organismo o empresa que gestione la totalidad de la red.
Hay dos mecanismos básicos para acceder a la red: tener una computadora
conectada a una de las redes que constituyen la Internet. Esto es
habitual en universidades e institutos de investigación, que siguen
constituyendo hoy día uno de los grandes usuarios de la red. Por
ejemplo, en España las universidades y centros públicos de investigación
tienen una red propia, RedIris, que proporciona el acceso a Internet.
El otro mecanismo para conectarse es mediante un proveedor de servicios
Internet (prodigy, terra, AOL, etc.,) que facilite el acceso a la
totalidad de la red mediante una red privada.
La dirección arcom@dino.uv.mx, está disponible para comentarios.
Nos leemos en el siguiente.
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