En La sombra del ahuehuete, además de la clara referencia
a la tradición mexicana desde el umbral del título, el
resultado es la aparición de una misteriosa presencia
hecha de corteza, un encantamiento alquímico, como
el laurel en que fue convertida Dafne tras la persecución
de Apolo, o las penurias de Ariel, genio del
aire, al ser atrapado en el tronco de un árbol por los
malefi cios de Sycorax, o la fatalidad del primer hijo
de Rappacini gobernando su jardín de herbolaria. Lasombra del ahuehuete en última instancia puede abrirnos
a la refl exión acerca de las maneras en que hoy en
día nos relacionamos los seres humanos con este reino
elemental e imprescindible.
5. La imagen de esta hermosa mujer que, como ella
misma dice, va a llegar por lo menos a quinientos
años, ya estaba prevista por ella a través de uno de
sus personajes más entrañables. Me refi ero a Marian
Leatherby, protagonista de la novela La corneta acústica. ¿Cuántas veces hacemos nosotros el ejercicio de
imaginar nuestra ancianidad, en esta cultura en donde
arrasan como metralla las fi guras juveniles como
ideal? Mediando su vida, Leonora lo hizo y así es
como describe a Marian hacia el inicio de la novela:
Aquí debo aclarar que no todos los sentidos los
tengo deteriorados por la edad. Aún disfruto de
una vista excelente, aunque uso gafas para leer...
cuando leo, cosa que no hago prácticamente nunca.
Es verdad que el reuma me ha torcido un poco
el esqueleto. Pero eso no me impide pasear cuando
hace bueno, y barrer mi habitación un día a la semana,
los jueves, ejercicio útil a la vez que edifi cante.
Aquí quiero añadir que aún me tengo por un
miembro útil de la sociedad, y creo que soy capaz
de mostrarme alegre y divertida cuando se presenta
la ocasión. No me molesta en absoluto el hecho
de no tener dientes ni poder llevar dentadura postiza.
No tengo que morder a nadie, y hay toda clase
de alimentos blandos perfectamente comestibles, y
digeribles para el estómago. La base de mi sencilla
dieta se compone de verduras picadas, chocolate y
pan mojado en agua caliente. Nunca como carne
porque considero que no está bien quitarles la vida
a los animales cuando tanto cuestan masticar (Carrington,
La corneta acústica, pp. 7-8).
Quisiéramos llegar a la edad de noventa años con la
vitalidad creativa que ostenta la naguala Leonora Carrington.
El justo homenaje que celebramos en Xalapa
en su honor sea en primer lugar a través del contacto
de cada uno de nosotros con esos seres fantásticos que
hospedamos. Con ellos nos ofrece su corazón; ofrezcámosle,
en calidad de huésped distinguida, las llaves de
los nuestros.
REFERENCIAS
Apuleyo, Lucio, El asno de oro, trad. del latín Vicente López Soto,
Juventud, Barcelona, 1984 (Libros de bolsillo Z, núm. 255).
Carrington, Leonora, La corneta acústica, trad. Francisco Torres
Olivier, Alba, Barcelona, 1995.
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