ARTES
El maestro del humor duro, profundo y amargo Helio Flores
Xóchitl Partida
Xóchitl Partida (Guadalajara, Jal., 1980) es licenciada
en Letras Hispánicas por la Universidad de Guadalajara.
Ha sido becaria de la Academia de Ciencias, el Sistema
Nacional de Investigadores y el CONACYT. Actualmente
estudia la maestría en Literatura Mexicana en la
Universidad Veracruzana. Colabora en diarios
y revistas de Veracruz.
El 22 de agosto del año pasado, el caricaturista
xalapeño Helio Flores recibió la máxima condecoración que otorga la Universidad Veracruzana
(UV): el doctorado honoris causa. Durante la ceremonia, Helio mencionó que se siente muy contento de
recibir este reconocimiento porque él se formó en la
UV como licenciado en arquitectura, profesión que
abandonaría poco después de egresar para dedicarse
a la caricatura política.
Esta es la primera distinción que el caricaturista
recibe en su ciudad natal, pues a pesar de que ha ganado en cuatro ocasiones el Premio Nacional de Periodismo en el género caricatura, así como concursos
internacionales (en Canadá, Turquía, Grecia, Bulgaria, Cuba y Yugoslavia), su estado, Veracruz, no lo había homenajeado, por lo que cabe resaltar el acierto
de nuestra máxima casa de estudios al otorgarle el
doctorado honoris causa.
En el año 2007, Helio Flores recibió el premio internacional de caricatura La Catrina durante la Feria
Internacional del Libro de Guadalajara (FIL). Este premio es uno de los galardones más significativos para
los caricaturistas. También han recibido este homenaje Rius, Aragonés, Quino, don Gabriel Vargas (el creador de la Familia Burrón) y Roberto Fontanarrosa.
Ya en los sesenta, el maestro Jorge Alberto Manrique le auguraba al joven Helio un futuro promisorio. Manrique publicó en La Palabra y el Hombre de
octubre-diciembre de 1960 el artículo “La caricatura
y Helio Flores”. En ese entonces el caricaturista era un
joven de 26 años pero ya estaba dando de qué hablar.
Manrique menciona que Helio es “uno de los caricaturistas jóvenes más interesantes en México y con más
posibilidades para el futuro. Un nuevo sentido de lo
cómico, una percepción aguda y una crítica certera,
servidos por un dibujo realmente efectivo, son las mejores cualidades que podemos encontrar en él”.
Para Rafael Barajas Durán “el Fisgón”, caricaturista que dirigió unas palabras al homenajeado y a los
que lo acompañábamos en la ceremonia del doctorado honoris causa, Helio:
…día con día hace una síntesis inteligente y reflexiva de la escena política nacional; su humor es
duro, profundo y amargo; arranca sonrisas dolorosas. Su lucidez hace más inteligentes a los lectores. Helio es un maestro del humor y otro maestro
del humor absurdo; su obra abunda en recursos
visuales imaginativos, en condensaciones de imágenes imposibles que nos revelan lo insostenible
de nuestra realidad política, económica y social.
Jovial, sonrisa constante, cabello largo y cano, barba
abundante y unos ojos transparentes que reflejan su
bondad, su inteligencia, su entusiasmo ante una lucha
que vale la pena: mejorar las cosas en este país. Helio
es un hombre maduro (nació en 1938) pero haciéndole honor a su profesión, está peleado con la solemnidad. Acudí a su casa para hacerle la entrevista, una
casa blanca en forma de espiral ascendente, y mientras
nos dirigíamos a su estudio por una especie de laberinto escalonado, me pidió que no le hablara de usted y
me preguntó si podía hablarme sin tanta formalidad.
Su casa es fascinante: así como su trabajo periodístico
reclama a un lector activo que complete la caricatura,
su casa solicita a un visitante también atento para no
perderse en el laberinto, aunque perderse en su casa
es agradable porque uno va encontrando distintos espacios, todos de buen gusto y acogedores. El estudio es
amplio, blanco, con un ventanal enorme que permite
ver lo extraordinario de la naturaleza de Xalapa. La
salita de estar con su chimenea blanca y un montón de
automóviles miniatura en los que uno inevitablemente
detiene la vista. A Helio le gustan los autos.
¿ Qué representa el honoris causa?
Me cayó de sorpresa para empezar, y aparte muy bien
porque no es común que le den este reconocimiento
a un caricaturista. Y siendo la Universidad Veracruza-
na la universidad donde yo estudié, es un gran honor,
una satisfacción, un gusto. Además es una responsa-
bilidad, uno siente que tiene que echarle más ganas
porque ese reconocimiento no es cualquier cosa.
¿Quiénes han sido tus maestros?
A veces tienes maestros involuntarios, te gusta su
trabajo, los admiras y tratas de imitarlos. Recuerdo
que cuando estaba en la secundaria en mi casa compraban un periódico donde aparecían las caricaturas de Ernesto García Cabral, a mí me gustaban mucho y
las recortaba, no entendí siempre el contenido de las
caricaturas pero me gustaban mucho los dibujos.
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