Por lo visto a ti lo que te gusta es que el lector participe
en tu caricatura.
Me gusta que el lector complete la caricatura. Mi
parte como caricaturista es sólo el inicio y el lector le
debe encontrar una conclusión, que haya una complicidad entre los dos. Eso me atrae más. Algunas veces
como caricaturista sientes que algo le faltó a esa caricatura y es precisamente eso, la participación del lector.
¿Te consideras un artista?
Pues. Yo me considero más un periodista, claro
que cuando hago una caricatura me gusta que no sólo
comunique la idea sino que esa idea sea comunicada
de forma atractiva a través del dibujo, que debe ser lo
que yo considero como dibujo atractivo. Pero si hubiera dos filas, una de artistas y otra de periodistas, yo me
formo en la de periodistas. (Risas.)
¿Qué es la caricatura política?
Una manera de comunicar ideas, de compartir temas que nos incumban y nos afecten a todos, y si estamos hablando de caricatura política, que trate temas
de interés que llamen la atención del lector para unir
esfuerzos a fin de encontrar soluciones a situaciones
que sentimos que no van bien.
¿Además de intención de crítica, la caricatura tiene una
intención estética?
Yo pienso que sí, pero eso ya depende de cada
quien. Alguna vez leí una frase de un pintor o un dibujante -no me acuerdo- que decía que su intención
era hacer de cada trabajo una obra de arte; claro que
no lo conseguía pero la simple intención cuenta. Aun-
que no se consiga hacer una obra genial, siempre hay
que ir un poco más allá y eso ya la hace mejor.
¿Qué dibujaste hoy?
Hoy [septiembre de 2008] salió publicado un cartón sobre la caída de la bicicleta de [Felipe] Calderón,
siempre hay un tema del día y este de la bicicleta es un tema que todos los caricaturistas y comentaristas
han abordado. Lo mismo su informe de gobierno, el
estar escuchando spots todo el día de lo que se supone
que hizo y que nadie ve, no sé dónde están todas esas
cosas que dice en esos spots. Ese tema, por ejemplo,
es casi obligatorio para los caricaturistas porque nos
afecta a todos, siempre hay temas que piden a gritos
una caricatura.
¿Qué diferencias o convergencias encuentras entre la caricatura política de México y la de otros países?
La diferencia no es tanto la caricatura sino la situación de cada país. Se dice que en Europa hay más
caricatura de humor, no necesariamente política, por
ejemplo series de caricaturas de gente que juega golf
o de los que van al restaurante, pero yo creo que eso
es un reflejo de cómo está un país política o económicamente. Son situaciones muy diferentes a las de
México.
¿Se puede leer una sociedad a través de su caricatura?
No necesariamente, que en un país se haga caricatura sobre los jugadores de golf, no quiere decir
que su situación política se encuentre estable. Puede
ser que exista una dictadura que no les permite hacer comentarios de ningún tipo, puede ser que hagan
cartones de golf porque no se puede hacer caricatura política; pero también puede ser que todo esté
marchando bien y que su política les permita hacer
caricatura de cualquier tema que a nosotros no nos
parecería importante.
¿Y en el humor de las diversas sociedades hay diferencias?
No tanto. A veces pensamos que el humor mexicano es único, pero resulta que vemos una película
de humor de cualquier parte del mundo y no es tan
diferente al nuestro; como te dije, lo que cambia son
las situaciones de cada país y eso provoca cierto tipo
de humor.
¿El trabajo de qué caricaturista te gusta?
Me gusta mucho el trabajo de Helguera, Hernández, El Fisgón, el de Rius por eficaz. En otros países también he encontrado caricaturistas con los que siento compartir la misma preocupación aun sin conocerlos personalmente. Tú ves un dibujo y te das cuenta
de la intención que tuvo el autor, si se preocupa por
mejorar su dibujo o si no le importa mucho, incluso
te das cuenta de los que están evolucionando; ves el
trabajo de un colega y lo vuelves a ver 10 años después
y ha cambiado mucho, pero hay otros que en 20 años
siguen haciendo los mismos dibujos.
Tu dibujo es así, nunca es descuidado.
Yo tengo esa intención siempre, aunque a veces el
tiempo no ayuda mucho; tienes que entregar tu trabajo para que salga al día siguiente y no hay tiempo
para estar repitiendo o mejorarlo, se llega la hora y lo
tienes que enviar.
¿Qué diarios te gustan de los que se pueden conseguir
en el país?
Por lo general leo La Jornada, El Universal, de vez
en cuando Reforma y revistas, como Proceso. Pero a veces no tienes tiempo para revisar muchas publicaciones y hacer la caricatura del día, pero al menos las
reviso, porque eso es lo que te va a servir para hacer
tu caricatura.
¿La televisión no es una fuente?
Sí lo es, pero no para seguirla al pie de la letra.
Veo noticieros de televisión pero no para formar mi
criterio sino más bien para saber qué es lo que están
destacando en ella, a veces es para hacer lo contrario.
Me llama la atención que noticias que uno considera
importantes no las mencionen para nada en televisión; eso quiere decir que sí son importantes.
¿Con qué sueñas?
Mi deseo es que las cosas cambiaran aquí en México; yo creo que ese es el sueño de muchos mexicanos.
No espero que las cosas cambien de la noche a la mañana, pero sí me gustaría que hubiera un poco más de
justicia social, que la gente estuviera contenta, que todos tuviéramos trabajo, que estuviéramos satisfechos
incluso con nuestros funcionarios, que éstos realmente fueran representantes de la gente y no representantes de ellos mismos como sucede en la actualidad.
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