Año 6 • No. 205 • diciembre 12 de 2005 Xalapa • Veracruz • México
Publicación Semanal


 Páginas  Centrales

 Ex-libris

 Gestión  Institucional

 Investigación

 Sergio Pitol,
 Premio  Cervantes


 
Arte  Universitario

 Halcones al  Vuelo


 Contraportada


 Números Anteriores


 Créditos



 

 

 

Jorge Vázquez Pacheco

Adam Wajda, instrumentista las últimas tres décadas en la Orquesta
Sinfónica de Xalapa, resulta un caso sumamente especial. De inicio, nombres de verdad significativos resultan ser parte de su familia: el célebre cineasta Andrzej Wajda es su primo; su esposa es Teresa Moreno, violinista jubilada de la OSX tras 37 años de trabajo; su cuñado es Alfonso Moreno, uno de los más notables guitarristas en el panorama internacional; el pianista Piotr Paleczny –ubicado entre lo mejor de lo mejor en el mundo– es su compadre. Y por si ello fuese poco, es el generador del Grupo Musical Polonia, que ha impuesto su sello característico a un importante renglón de la actividad musical xalapeña.

El violinista cuenta en su haber con reconocimientos de considerable trascendencia, como la medalla y diplomas de honor del Instituto Yad Vashem de Jerusalén, en reconocimiento a su familia por salvar vidas durante la II Guerra Mundial; la Medalla de la Orden al Mérito del Ministerio de Cultura y Arte de Polonia, así como la Cruz de Caballero de la Orden al Mérito de la República de Polonia, entregada por el Presidente de Polonia en 1998 por su labor en el estrechamiento de las relaciones entre México y Polonia.

Treinta años en la OSX
Wajda reflexiona en torno de sus casi treinta años de permanencia en la OSX, a la que considera sin duda como la mejor orquesta de su género en el país.

“Es un gran honor pertenecer a este conjunto. Estoy convencido de que se trata de la mejor sinfónica mexicana, y esto fue corroborado en la gira del año pasado en Europa, cuando tocamos en salas como la de Wuppertal, que es un prodigio de diseño acústico; en la Concertgebouw de Ámsterdam o la sala de la Filarmónica de Rótterdam, con admirable respuesta por parte del público. ¡Fue increíble recibir esos aplausos con la totalidad de los asistentes de pie!”

Y trae al tema los días en que se le presentó la oportunidad de viajar desde su natal Polonia hasta Xalapa.

“Todo fue iniciativa del doctor Roberto Bravo Garzón, cuando fue rector de la UV. Al atraer hacia la universidad a la Sinfónica de Xalapa, envió al maestro Fernando Ávila a contratar músicos de mi país. Y aquí es importante patentizar nuestro agradecimiento a Bravo Garzón, nos trató casi como un padre. No es sencillo llegar del otro lado del mundo sin conocer ni el país ni el idioma, lejos de familia, de nuestras costumbres. Y Bravo nos trató muy bien”

Pero el primer contacto de Wajda con Xalapa se dio en 1972, cuando se conoció con el artista plástico Fernando Vilchis, quien tomaba algunos cursos de su especialidad en Varsovia.

“Cuando llegué a Xalapa, Vilchis ya estaba ubicado como funcionario de la universidad, y la amistad que cultivamos fue una de aquellas que se manifiestan todos los días y en todo momento. Por eso nos ha dolido mucho la partida de Fernando. Al fallecer, se ha ido un entrañable amigo. Y a un amigo siempre se le recuerda con cariño. Por eso propuse la audición en su memoria el día 20 de noviembre, en la iglesia de Santiaguito sobre la calle Úrsulo Galván, en la que todos los integrantes del grupo Polonia participamos con enorme gusto”

La lejana tierra

Wajda tiene dos hijas xalapeñas, ha integrado una hermosa familia y sembró raíces definitivas y permanentes en la capital de Veracruz. Se siente xalapeño, pero no por eso deja de extrañar su país natal.

“Tengo una hermana y muchos primos hermanos allá, y la Navidad es la época en que los recuerdos vienen a la mente; es cuando se recuerda la niñez, a los padres y hermanos, los años de juventud… y se pone uno melancólico. Esta celebración cuenta con una tradición hermosa y rica en el país en que nací. Es entonces cuando nos comunicamos vía telefónica, cuando se dan las felicitaciones y los deseos de que la vida continúe siendo amable con todos, con los de allá y con los de aquí”.
Hace 28 años fundó el Grupo Musical Polonia, con instrumentistas de la OSX y catedráticos de la Facultad de Música, con el que ha recibido enormes satisfacciones, como los premios recibidos en Ámsterdam (septiembre de 2004) y Buenos Aires (febrero de 2005), la Lira de Oro del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Música, en dos ocasiones (1985 y 1986); el Diploma de Honor concedido por el Ministerio de Arte y Cultura de Polonia y el privilegio de actuar hasta en dos ocasiones ante el papa Juan Pablo II y los presidentes de México y Polonia. Recientemente recibió la distinción de los organizadores del Xalapa Fest, un festival efectuado durante el mes de octubre en el Centro Cultural
Los Lagos.

El grupo Polonia
No deja de llamar la atención la permanencia del grupo Polonia en el ánimo del público aficionado y el hecho de que se mantenga en una línea independiente. Wajda menciona la intención inicial del conjunto: “fue para tratar de sacudirnos un poco de la rutina de los ensayos en la Sinfónica de Xalapa, pero poco a poco el proyecto se consolidó como algo que iba mucho más allá de una práctica sin trascendencia. Todos estábamos conscientes de que deberíamos funcionar con un elevado nivel de profesionalismo. La música de cámara es el renglón más delicado de la interpretación; allí todos los errores se hacen evidentes y el público los detecta.

No es como en un grupo sinfónico, donde es posible que un desacierto pase inadvertido y no sea detectado por el oyente. Por otra parte, no es sencillo conjuntar a los integrantes. Unos imparten clases, otros ensayan con alumnos, preparan sus recitales y cumplen con compromisos profesionales”

Música popular con música de concierto
Desde que llegó a Xalapa, Wajda se sintió atraído por la música mexicana y por la idea de interpretarla en los conciertos. Y desde la primera actuación del grupo Polonia, hay una parte con música clásica y otra con música popular.

“No faltaron quienes se escandalizaron y me decían ‘¡Cómo te atreves a tocar Mozart y a Juventino Rosas en el mismo programa!’ Los mismos integrantes del grupo Polonia no concordaban con esta estructura de concierto. Era muy difícil remar contra la idea de que la música de concierto no debe mezclarse con la popular. Pero fue cuestión de tiempo para ver que hasta los tres tenores abordan las canciones populares. Después de eso, todo se nos ha facilitado”

Wajda tiene en mente que los temas conocidos por el gran público funcionan para atraer a la gente poco relacionada con la música de concierto, aquella que teme enfrentarse al arte sonoro de Haendel, Bach o Brahms sólo porque no lo conoce. Y hace un reconocimiento a su compatriota Teodor Pawlik, un talentoso músico que domina varios instrumentos, entre ellos el teclado y el clarinete, y que es el artífice de la mayoría de los arreglos que el conjunto interpreta.