
Alberto Palemón Mendoza, con grandes logros en el tae kwon
do.
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Considerado
uno de los mejores nadadores en el estado, por ahora tiene tres
ocupaciones: estudiar, seguir entrenando (“porque si no dejo
de ser seleccionado nacional”) y buscar novia. Cuando no hace
ninguna de las tres cosas escucha a Maná. Se decidió
por la educación física porque también le interesa
la docencia: formar alumnos con una visión más amplia
de lo que es la educación física, el desarrollo social
y el entretenimiento dirigido hacia el bienestar de las personas.
El
judo ha cambiado su forma de pensar
En el tercer semestre, por su dedicación al judo, que consiste
en el uso de la destreza contra la fuerza, Alejandro Frutos Rodríguez,
de 21 años, ha logrado colocarse en la categoría de
primera fuerza (81 kilogramos), con lo que obtuvo en 2000, apoyado
por la UV, el primer lugar en un evento internacional.
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En 2003, acudió al Torneo de las Fronteras, celebrado en
la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, donde obtuvo
el segundo lugar. Lamenta que en la primera universiada, en la que
le hubiera tocado participar, una lesión lo haya dejado fuera
de la contienda pero se prepara con disciplina para la de 2007,
porque quiere poner muy en alto el nombre de la Universidad Veracruzana,
que lo ha apoyado en todos los torneos y a la Facultad, que le concedió
un espacio donde practicar con un grupo de compañeros.
“Para mí representa un deporte formativo que me ha
ayudado mucho como persona; aunque se desarrolla en lo físico,
la psicología del judo me ha cambiado porque te enfoca a
ser correcto, ordenado, disciplinado, alguien en busca del bien
común”.
A los cinco años empezó a practicar y pronto representaría
a Veracruz en un primer torneo nacional infantil en 1995, donde
logra el primer lugar. Con cualidades detectadas siguió en
práctica con un entrenador del gobierno del estado. Frutos
Rodríguez estudia también Derecho en el sistema abierto
de la región Xalapa y representa a la UV en ambas regiones
en este deporte.
Mucha
juventud: una larga trayectoria
Integrante del equipo Halconas de la Universidad Veracruzana de
Futbol Femenil, Yesenia Lucía Lara Valdés, considerada
como mejor atleta en la disciplina, ha tenido que pasar por muchas
pruebas para llegar a posicionarse. Primero, en 2000, se desempeñó
en el equipo Tiburonas Rojas, de la Liga Zona Golfo de
fútbol femenil; en esa etapa acumuló muchos triunfos:
fue campeona de goleo con 38 goles, que alcanza jugando la final
regional contra Tlaxcala. En 2001 conquistó el Premio Estatal
del Deporte como Mejor jugadora de futbol asociación femenil
y la presea Talento deportivo en deportes de conjunto.
En 2002 salió del equipo y jugó en la selección
de la UV, con el que participó en la Universiada Nacional
celebrada en Saltillo, Coahuila; el equipo universitario pasó
a la primera ronda, que pierden con el Tecnológico de Monterrey.
Yesenia siguió entrenando y cosechando triunfos: “en
2002 dejo a las Tiburonas Rojas y me integro a las Halconas
de la UV, equipo con el que llegamos a ser tres veces campeonas
estatales y tres, campeonas regionales”. En la regional de
Pachuca, Hidalgo, metió ocho goles, lo que la vuelve campeona
goleadora en 2002. Al año siguiente obtuvo el Premio Estatal
del Deporte como Mejor Atleta de la Disciplina Fútbol Asociación
Femenil, jugando con la UV.
La ex integrante de las Tiburonas Rojas de Xalapa participó
en muchos regionales y estatales: “éramos un equipo
fuerte, con el cual era reconocido difícil competir».
Dos veces llegaron a la final regional y en la segunda ocasión
fue campeona de goleo.
Alguien le había echado el ojo cuando ya como universitaria
jugó contra el Tecnológico de Monterrey. El director
técnico del Tecnológico de Monterrey, Carlos Marcos
Sabla, reclutó de todas las universidades a las mejores para
formar un grupo de 50 muchachas, 20 fueron seleccionadas para ir
al Mundial Universitario en Corea del Sur en 2003 representando
a México, donde “alcanzamos el octavo lugar mundial”.
Yesenia ya estaba preparada para asistir al que se realizaría
este año en Turquía, por lo que lamenta que “no
hubo selección femenil de futbol para que México asistiera”.
Su concepción del juego es de conjunto: “cuando hemos
perdido es porque el equipo necesita más entrenamiento pero
en mentalidad, el futbol asociación –como su nombre
lo indica– es un juego de conjunto y por una, dos o tres que
fallen, el equipo se viene abajo, y nos hace falta tener más
cultura deportiva, primero que nada creer que podemos lograr las
cosas, aprender a conocernos a nosotras mismas y tener una identidad
propia, no sentirse réplica de otras u otros jugadores”.
El
camino de las patadas y los puños
Alberto Palemón Mendoza Fernández, originario de Cardel,
es un joven silencioso, sus palabras salen lentas, como meditadas,
mirada tranquila; nada en él revela prisa. Cursa el noveno
semestre y tiene 22 años, practica el Tae kwon do, una disciplina
que, según él, “fomenta la conservación
de la salud y el desarrollo físico y armónico de ser,
mediante el conocimiento y el control del cuerpo, y el equilibrio
con la mente y el espíritu”.
¿Y eso se hace a través de patadas? Sonríe
y explica: “es un deporte olímpico que consiste en
competir; una característica predominante es el uso de las
piernas; se basa en la rapidez y fuerza de las patadas, por eso
estos miembros son el objetivo básico a entrenar y también
los puños, para defensa, pero un poco menos”.
El entrenamiento de Palemón consiste en integrar fuerza,
velocidad y coordinación muscular, le ha valido ganar una
medalla de plata y una de bronce, la primera en 2004 en la Universiada
Nacional de Pachuca, y la segunda en 2005 en la Universiada de Toluca.
El deporte le gusta porque “trabaja con áreas como
la defensa personal, las formas, el combate libre, la meditación
y la respiración”, pero además inculca el respeto
hacia la vida y hacia los demás. Palemón practica
este deporte desde hace cinco años: “entreno fuera
porque en la Facultad no hay entrenador”. Una vez egresado
piensa dedicarse de lleno a este deporte.
El
cadencioso futbol de Brasil
Ex campeón nacional de la Liga Mayor Universitaria con los
Halcones de la Universidad Veracruzana, José Mario Cortés
García comentó: “El futbol europeo es rápido,
aéreo, en cambio los brasileños juegan muy lento,
le dan muchos toques a la bola, se la están pasando unos
a otros, es muy cadencioso”. El estudiante del quinto semestre,
a sus 25 años ya viajó a Brasil a echarse un partidito.
¿Como fue que llegaste a Brasil? “Surgió a raíz
de una convocatoria que hicieron en todos los estados para un torneo
llamado Copa México de la Juventud. Fue un logro después
de tantos partidos eliminatorios”.
Él mismo relata: “Eran más de 300 equipos de
todos los estados y municipios; nosotros pasamos por etapas cuadrangulares
y se iba haciendo una selección hasta que llegamos a la final
contra el equipo de Pachuca, a visita reciproca; tanto en Veracruz
como en Pachuca les ganamos y el premio era ir a competir a Río
de Janeiro. Quedamos tres seleccionados de la Facultad de Educación
Física: Luis Arciniega Dehesa, Román Malpica Yépez
y yo”.
Estuvieron allá una semana y compitieron contra dos equipos
de la Segunda División: el Bonsuceso y el San Cristóbal;
con ambos perdimos porque “el nivel de allá es muy
diferente”, pero dieron lo mejor porque fue un juego muy reñido.
Lo que observaron y compararon es que allá hay canchas deportivas
de futbol y volibol en todas las playas, en parques, en lotes; “yo
le sugeriría al Gobierno del Estado la creación de
centros deportivos, que se fomente el deporte con mayor infraestructura”.
Jugador ex profesional
de la Tercera División, con el equipo Atlético Boca
del Río (1997-2000); en la Segunda División, con el
Veracruz Sporting (2000-2001), y en la Primera División A,
con Tiburones Rojos (2001-2003), ahora Mario Cortés, aparte
de concluir sus estudios es entrenador de de fútbol de niños
de categoría B de 8 a 9 años.
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