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Aliada
estratégica para la conservación forestal en América:
Camcore
La UV, en condiciones de rescatar especies forestales casi
extintas
Edith Escalón |

En viveros, bancos de germoplasma y plantaciones boscosas,
la UV resguarda el tesoro forestal de Veracruz.
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El
Instituto de Genética Forestal (IGF) de la Universidad Veracruzana
(UV) está en condiciones de apoyar el rescate y reforestación
de especies forestales casi extintas mediante el Banco de Germoplasma
de Los Molinos, en el municipio de Perote, un espacio protegido donde
los científicos han resguardado la colección más
grande de material genético forestal del país.
Iniciativas como la referida han convertido a la Universidad Veracruzana
en una potencia nacional en materia de investigación y formación
de recursos científicos del área forestal y en una aliada
estratégica para la conservación de los recursos genéticos
forestales del continente americano, reconoció José
Luis López, representante en México del Programa Internacional
para la Conservación y Domesticación de Especies Forestales
(Camcore, por sus siglas en inglés), que opera la
Universidad de Carolina del Norte, en los Estados Unidos.
En su visita a la UV, José Luis López entregó
reconocimientos a los investigadores veracruzanos que han impulsado
en México el programa de mejoramiento genético forestal
desde mediados de los ochenta y diplomas a los egresados de la primera
generación del doctorado en Recursos Genéticos, único
en Latinoamérica que forma científicos especializados
en el área genética-forestal.
Juan Alba Landa, director del IGF, reconoció que la relación
UV-Universidad de Carolina ha sido productiva en todos sentidos, pues
ambas instituciones han crecido y se han fortalecido a la par, lo
que también señaló José Velasco Toro,
hoy director de Estudios de Posgrado, quien ha apoyado en distintos
momentos la creación y consolidación del IGF.
El representante de la Universidad de Carolina destacó el apoyo
de la UV en la colecta de semillas mexicanas que han servido para
la reintroducción de especies nativas en zonas devastadas por
la acción humana o natural, eje fundamental de Camcore,
el programa de conservación forestal ex situ más
grande del mundo. En 25 años de existencia, Camcore
ha logrado presencia en 12 países del continente y establecido
más de mil 500 hectáreas en ensayos de campo que, con
una inversión superior a los 38 millones de dólares,
han permitido la investigación permanente.
Frente a estudiantes e investigadores, dijo también que los
esfuerzos colectivos se han capitalizado en un verdadero “laboratorio
de aprendizaje” para estudiantes de ambas universidades, en
referencia a la más grande colección de pruebas genéticas
de campo (en viveros y plantaciones) que existen en el país.
Con ésta, la UV custodia el material genético de 20
de los bosques más representativos de Veracruz (desde Los Tuxtlas
hasta la zona de montañas), los cuales abarcan poblaciones
de coníferas, bosque mesófilo de montaña y bosque
tropical, donde han monitoreado miles de plantas desde que eran semillas.
“Los estudios, el conocimiento y la experiencia del IGF tienen
un gran significado no sólo para la UV, sino también
para México, pues la UV permitió la innovación
en investigación forestal”, dijo el representante de
Camcore, y añadió que es indispensable continuar
el desarrollo de proyectos de investigación forestal mediante
el establecimiento de estudios de segunda generación, programas
de cruces controlados, híbridos, propagación vegetativa
y otros estudios que mantenga el alto nivel académico de la
UV y permita la ciencia aplicada en el país.
Resaltó la indiscutible labor educativa de la UV, que cuenta
con dos posgrados operados conjuntamente por el IGF y la Universidad
de Carolina: la maestría en Ecología Forestal, de la
que han egresado ya cinco generaciones y se han titulado casi 50 personas,
y el doctorado en Recursos Genéticos, del que egresaron siete
investigadores.
Para dar una idea de la importancia que revisten los programas en
materia de formación profesional forestal, sobre todo en un
país donde el potencial forestal es inmenso, Juan Alba Landa
señaló que en México “hay más de
tres mil especies de árboles, pero genetistas hay 15, y de
ellos, cinco están en la UV”.
José Luis López no perdió la oportunidad para
señalar las directrices que en EU rigen la formación
profesional en el forestal: “Debe orientarse al manejo racional
de los bosques, de tal manera que se garantice su sustentabilidad
y la producción de bienes y servicios”, además
de que reconoció que los programas deben considerar no sólo
los aspectos sociales y ambientales, sino también un enfoque
económico que garantice el éxito de los abordajes teóricos
y prácticos de la conservación forestal.
Dijo que la Universidad de Carolina está interesada en abrir
las puertas y apoyar la formación de estudiantes mexicanos
en sus posgrados forestales, lo que estrechará aún más
la colaboración binacional. “Debemos seguir dando frutos
mediante la cooperación en la colecta de germoplasma, cursos
de capacitación, prácticas de campo, transferencia de
tecnología, publicaciones y demás actividades que contribuyan
al fortalecimiento del sector forestal en México”.
Los investigadores reconocidos fueron José Velasco Toro, por
su apoyo al establecimiento del Instituto de Genética Forestal
y sus dos posgrados; Juan Alba Landa, por su iniciativa para la incursión
de la UV en estudios genéticos forestales, además de
los investigadores Lilia Mendizábal, Juan Márquez Ramírez
y Armando Aparicio Rentería, quienes además recibieron
el diploma por la conclusión del doctorado, junto con Aníbal
Niembro Rocas, Olivia Ramírez García y Odilón
Sánchez Sánchez.
Estos investigadores trabajan cinco líneas de investigación:
Mejoramiento genético, Germoplasma, Variación y biosistemática,
Ecología forestal y Biotecnología forestal.
A esto se añade el establecimiento del Banco de Germoplasma
de Los Molinos, un espacio protegido donde los científicos
han resguardado la colección más grande de material
genético forestal del país, desde semillas hasta polen,
plantas que se conservan ahí para el futuro establecimiento
de plantaciones comerciales y para la reforestación.
Alba Landa dijo que el IGF recuperó y sembró en Veracruz
la especie Pinus caribea, que existía hace años desde
Quintana Roo hasta la parte central de Honduras: “hoy la especie
casi se ha perdido en México y ha desaparecido por completo
en Honduras, pero como nosotros resguardamos el material genético
desde hace 20 años, podríamos apoyar la reforestación”. |
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