Año 6 • No. 227 • junio 19 de 2006

Xalapa • Veracruz • México
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Anorexia y bulimia, epidemias de sociedades industrializadas: Barrios
Belleza e inteligencia,
reñidas en México
Alma Espinosa
El 17 por ciento de mexicanas prefieren ser más bonitas que inteligentes; seis de cada diez se sienten feas

En nuestro país, el 17 por ciento de las mujeres preferiría ser un 25 por ciento menos inteligente si pudiera ser 25 por ciento más hermosa, mientras que en otros países sólo el ocho por ciento opina lo mismo. El asunto cobra mayor importancia cuando se determina que seis de cada 10 mujeres se sienten incómodas al describirse como hermosas.

Lo anterior se demostró en estudios realizados en diferentes países y con poblaciones representativas, informó Edward T. Lacy, durante el evento ¿Así o más bella? Una mirada hacia adentro, organizado por la agencia de publicidad Eureka, integrada por estudiantes de la Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales de la Universidad Veracruzana (UV).

Fuera de una conferencia informativa tradicional, Lacy organizó, en el auditorio de la Facultad de Arquitectura y ante estudiantes de secundaria y preparatoria, un desfile de modas en el que las y los modelos eran jóvenes cuya principal característica era mostrarse seguros de sí mismos sin importar talla ni peso. Así, mientras los modelos desfilaban, las cifras alarmantes aparecían en el fondo.

El 43 por ciento de las mexicanas se sienten mal consigo mismas al ver mujeres bonitas en las revistas, en cuanto que las francesas no mostraron alguna reacción. Ante esta situación, cabe destacar que uno de cada 11 comerciales contiene un mensaje directo sobre la belleza. Además, las revistas cuyo mercado es la mujer, contiene 10.5 veces más artículos relacionados con dietas y pérdida de peso que las publicaciones masculinas.

Esto repercute en el hecho de que sólo el uno por ciento de las mujeres de este país se considere mucho más bonita que las demás. En Estados Unidos y Canadá el porcentaje es mucho más alto, pues asciende a 17 puntos. En tanto, casi el 70 por ciento de las mexicanas cree que “a medida que las mujeres se hacen mayores, es menos probable que el atractivo físico defina su autoestima y bienestar”. Ocho de cada 10 mexicanas piensan que las mujeres de hoy se ven obligadas a estándares de atractivo físico más altos que los de la generación de
sus madres.

El conferencista, presidente del Centro de tratamiento para la mujer Avalon, enfatizó en la importancia de que cada uno de los jóvenes asistentes a la charla se hiciera la misma pregunta: ¿quién soy? Asimismo, que platicaran con sus padres para que ellos también respondieran la interrogante planteada. Y debido a la dificultad de dar una respuesta inmediata, sugirió que construyeran juntos una respuesta razonada.

Acompañando a Edward T. Lacy, estuvo la psicóloga Melissa Trouyet Camil, quien explicó las características de los trastornos alimentarios, conflicto al que estuvo enfocado ¿Así o más bella? Entre las cuestiones que destacó fueron que las mujeres con anorexia y bulimia, trastornos más frecuentes, deben ser comprendidas, escuchadas y recibir información tanto de la familia, amigos y profesionales.

Entre las cosas que no se debe hacer, dijo, está reclamar, suplicar, manipular, criticar, avergonzar, discutir, controlar, presionar y mucho menos minimizar el problema. Jamás deben hacerse este tipo de expresiones: “estás muy flaca o qué bueno que ya subiste de peso”, comentó, pues pueden provocar reacciones contrarias a las inicialmente buscadas.

Ortorexia
Gabriela Nachón, del Instituto de Ciencias de la Salud de la UV, durante su conferencia “Cuando el comer bien se vuelve una obsesión”, explicó que dentro de los trastornos de comportamiento alimentario existe la anorexia y bulimia nerviosa, obesidad, comedores compulsivos y ortorexia nerviosa. Ésta se define como el comportamiento obsesivo-compulsivo por la comida biológicamente pura.

Las personas más susceptibles a presentar este trastorno son las mujeres jóvenes con personalidad frágil, aficionadas al atletismo y culturismo [físico] y con una alteración psicológica. “Aunque en nuestro país no se han registrado casos de ortorexia, ese hábito convulsivo está centrado en ingerir sólo alimentos procedentes de la agricultura ecológica y libres de transgénicos”, explicó.

Los síntomas que se presentan son: hipertensión, desnutrición, osteoporosis, trastornos obsesivos compulsivos, depresión, ansiedad e hipocondría. Además, las personas con este problema se encierran, se aíslan de la familia y los amigos, y presentan cambios de carácter. Algunas preguntas que se deben tomar en cuenta para sospechar que se tiene ortorexia son: ¿pasa más de tres horas al día pensando en su dieta?, ¿se preocupa más por la calidad de los productos que por el deleite de comerlos? Conforme aumenta la calidad de su comida, ¿cree que disminuye la calidad de vida?

La familia, detonante de la salud
Para detallar sobre las causas de los trastornos alimenticios, la experta en el tema, Yolanda Barrios, adscrita al área de adicciones del Centro de Integración Juvenil, aseguró que una estrecha vinculación con la madre y la presencia del padre durante la niñez asegura que se tendrán menos posibilidades de que las jóvenes caigan en algún tipo de trastorno.

Dio a conocer durante su conferencia que existen siete áreas que componen el estilo de vida; éstas son: equilibrio psicocorporal, autoconcepto, hábitos alimenticios, usos y abusos de sustancias tóxicas, uso de tiempo libre, expresividad y creatividad. Finalmente, calificó a la anorexia y la bulimia como epidemias que se extienden en las sociedades industrializadas y que afectan a un mayor número de adolescentes.