De
esta manera, se busca proteger a los bosques naturales y fomentar
la reforestación de las áreas vírgenes. “Históricamente,
todos los cultivos agrícolas tuvieron un origen silvestre,
de manera natural crecían y se fueron mejorando para obtener
cultivos a través de los cuales nos hemos alimentado”,
afirmó Lilia Mendizábal Hernández, científica
de este centro de investigación. “Pero con los árboles
siempre hemos sido colectores, tomando del bosque natural la madera
que necesitamos, y eso ocasiona que estemos acabando con los bosques”.
Por ello, la científica propone establecer plantaciones maderiles
para poder obtener las materias primas sin dañar los bosques
y reforestar las áreas ya afectadas.
Plantaciones
vegetales
Un huerto semillero es una plantación establecida con el
fin de obtener semillas mejoradas. Estos pueden crearse a partir
de semillas o de clones de las especies seleccionadas anteriormente.
“Nosotros trabajamos con la técnica de clonación,
ya que nos permite obtener mejores semillas en menor tiempo”,
dijo Mendizábal Hernández.
Esto se debe a que, al enraizar un brote o rama de un árbol
maduro, se obtiene un ejemplar idéntico genéticamente
al ejemplar de donde se obtuvo el brote y que mantiene todas las
características.
La propagación por brotes para la mejoración de una
especie tiene algunas importantes ventajas sobre la propagación
clásica de semillas: al clonar se mantienen las características
y la condición de la edad que tiene el individuo clonado.
“Si tú clonas a un árbol maduro que ya produce
semillas, el clon las producirá en un año o dos, mientras
que si siembras el árbol por semilla hay que esperar entre
15 o 20 años”, explicó la científica.
Proteger
los bosques
Desde hace 20 años, el Instituto de Genética Forestal
trabaja con pinos de distintas especies: Pinus caribaea, Pinus greggii,
Pinus teocote, Pinus patula, Pinus oaxacana, Pinus maximinoi y Pinus
cembroides. Estas especies se distribuyen naturalmente en latitudes
diferentes, y que van desde los 300 metros de altura hasta arriba
de los tres mil.
A partir de las pruebas y trabajos de selección realizados
hasta la fecha en cada una de las especies, se eligen los individuos
a partir de los cuales se establecerán los huertos para obtener
semillas mejoradas. Las características deseadas pueden ser
el crecimiento rápido, la rectitud del fuste o las características
de la inserción de las ramas, dependiendo para qué
se usará la madera de estos árboles.
“La selección está encaminada a que los pinos
tengan un mejor crecimiento para la obtención de madera,
aunque actualmente también encaminamos la selección
hacia la producción de oxígeno y la captura de carbono
para hacer plantaciones de conservación”, afirmó
Mendizábal Hernández.
La ventaja de este método es la obtención de plantas
de mejor calidad en menor tiempo, lo que no sucede en el bosque
natural. “Todo esto nos permite que dejemos un poco en paz
al bosque para conservar esta variación y que establezcamos
plantaciones de las cuales vamos a obtener mejores rendimientos”,
dijo.
Esta investigación, inmersa en la línea de generación
de conocimiento “Mejoramiento Genético Forestal”,
incluye también la creación de un banco de conservación
clonal, donde se conservan los genes originales de las variedades
estudiadas en forma de setos. En ella interviene también
el trabajo de los investigadores Juan Alba Landa, Elba Olivia Ramírez
García, Juan Márquez Ramírez y Armando Aparicio
Rentaría. El Instituto de Genético Forestal se encuentra
ubicado en el parque ecológico “El Haya” (Carretera
antigua Xalapa-Coatepec) en la ciudad de Xalapa, Veracruz. Para
mayores informes acerca de sus actividades hay que llamar a los
teléfonos (228) 812-13-57 y 818-89-07, o consultar su página
de Internet: http://www.uv.mx/igf/ |