Año 6 • No. 230 • julio 10 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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Los nuevos retos para la educación superior
Diana González Ortega / Directora de Bibliotecas
La educación superior en México tiene hoy varios retos que afrontar. El primero corresponde al avance sin precedentes del conocimiento científico y sus aplicaciones tecnológicas, lo que convierte en obsoletos determinados conocimientos propios de la información profesional e impone nuevas necesidades de conocimientos y habilidades a diversos programas educativos; en consecuencia, estos avances inciden en la creación de nuevas opciones profesionales, así como en los cambios de los contenidos de otras ya existentes.

Las instituciones de educación superior mexicana han enfatizado el trabajo curricular en la actualización de los contenidos, sin embargo, esta velocidad hace necesario que se privilegien los métodos de enseñanza y actividades de aprendizaje que desarrollen en el estudiante actitudes y habilidades para el autoaprendizaje, que les permitan actualizar sus conocimientos para una práctica profesional futura en que los escenarios cambiantes demandan la constante actualización. (Sánchez, 1995, p.68)

El segundo reto, corresponde a la formación de bloques económicos que modifican las reglas del comercio internacional e impone nuevas condiciones de competencia, haciendo necesaria una perspectiva más internacional y por tanto menos localista en la formación de profesionistas y en los problemas de investigación.

La internacionalización de los procesos económicos, la infraestructura para la comunicación y el establecimiento de tratados de comercio, abren las posibilidades para una práctica profesional que podría ser desarrollada en diversos países.

El tercer reto es la tendencia hacia la reestructuración de los procesos productivos y los nuevos criterios para la localización de las actividades económicas, especialmente aquéllas que se sustentan en una importante base de conocimientos y altas inversiones en tecnología.

Las empresas están privilegiando nuevas estructuras organizacionales más pequeñas y flexibles, que les permiten introducir cambios en los procesos productivos y en los productos con rapidez. En el plano educativo, estos cambios se traducen en la demanda de una formación que favorezca la mayor creatividad y una preparación más general y con mejores instrumentos para adaptarse a escenarios cambiantes de trabajo.

En consonancia con lo anterior, la Universidad Veracruzana trabaja intensamente en los cambios necesarios en los diversos planes y programas de estudio que se ofertan en la institución; para ello, el Modelo Educativo Integral y Flexible tiene entre sus principios, que el alumno juegue un papel activo en su aprendizaje, que éste sea un proceso de construcción del conocimiento y que la enseñanza sea un apoyo al proceso de construcción social del mismo.

Bibliografía
- Delors, J. (1996) La educación encierra un tesoro. Madrid, UNESCO/Santillana. (Informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la educación para el siglo XXI presidida por Delors).

- Sánchez Soler, M. (1995) Modelos académicos. México, ANUIES.