La
UV tiene potencial para ser una institución departamentalizada
y en red debido a sus cinco campus, señaló Giovanna
Mazzotti del IIESES. |
Difundir
los beneficios que puede aportar la departamentalización para
la Universidad Veracruzana (UV), como también los diferentes
modelos departamentales aplicados en otras instituciones, es el objetivo
por el cual se organizan talleres en las comunidades académicas
de Xalapa y Córdoba, comentó la investigadora del Instituto
de Investigaciones y Estudios Superiores, Económicos y Sociales
(IIESES), Giovanna Mazzotti.
En coordinación con académicos de la Universidad Autónoma
Metropolitana (UAM), el IIESES se encarga precisamente de difundir
lo que significa aplicar el modelo departamental en la UV. |
La investigadora explicó que “la esencia del modelo
departamental es muy simple: es una forma de organización
del trabajo académico que permite la integración entre
investigación, docencia y estudio o investigación,
docencia y difusión, dependiendo en el nivel en que se ubique,
es decir, para el estudiante es estudio, investigación y
enseñanza, y para el académico es investigación,
docencia y difusión. Es una manera de organizar el trabajo
que integra estas tres actividades.”
Señaló que el planteamiento del taller pretende abarcar
las bases de la organización del trabajo académico
por departamentos, ya que hay diferentes experiencias de departamentalización;
por esta razón el taller se ha establecido en dos dimensiones:
primero tratará sobre cómo son planteados, de dónde
provienen y cómo han sido utilizados en las diferentes universidades
los modelos departamentales. La segunda etapa consistirá
en trabajar redes de conocimiento o redes académicas:
“Es una forma de organizar el trabajo que está relativamente
formalizado con los cuerpos académicos. En esa segunda parte
sería ver cómo las mismas personas ya están
trabajando en red y cómo este trabajo se acopla o no a una
forma de organización por departamentos.”
En las universidades –explicó Mazzotti– el modelo
departamental se aplica de maneras distintas, porque tanto las disciplinas
como las áreas del conocimiento, los mismos perfiles o trayectorias
de los académicos en un área específica, determinan
el mejor modo de integrar investigación, docencia y difusión”.
Agregó que dicho taller se realiza con un planteamiento inicial
que respeta las trayectorias y las tradiciones de cada una de las
universidades, ya que sobre éstas se adaptará el modelo
departamental. “Es imposible plantear una imposición
de modelo. Lo primero que se necesita es tener información
suficiente para saber de qué trata y las implicaciones para
las personas de un modelo departamental”.
En los talleres de Xalapa y Córdoba se trabajará sobre
la historia y los diferentes modelos de las universidades que aplican
este sistema en Inglaterra, Alemania y México; expondrán
cuáles han sido las determinantes de las universidades latinoamericanas,
cómo se aplica el modelo departamental en la UAM, y por medio
de una serie de dinámicas, permitir visualizar a los asistentes
una forma de trabajo dentro del modelo para poder comparar sus ventajas
o desventajas.
La investigadora del IIESES agregó: “La idea es que
al finalizar los talleres, cada una de las personas que lo tomaron
pueda funcionar como replicante, como agente en sus propias áreas
o institutos con sus compañeros para que puedan transmitir
la información y se genere un intercambio de ideas”.
Esto –dijo– con el fin de producir un ambiente de conveniencia
que perfile las necesidades de cada dependencia o centro de investigación.
A pesar de que ante todo cambio siempre existe algo de resistencia,
se trata de difundir información sobre lo que significa el
proceso y cómo puede concebirse un modelo semejante en la
universidad, ya que uno de los grandes beneficios de este taller,
subrayó, es crear un modelo de una universidad departamentalizada
al interior y entre ella una universidad en red: “La UV tiene
el potencial para hacerlo. Tiene todas las posibilidades de ser
una universidad de primer nivel y de hecho en muchas áreas
lo es; lo que parece existir es una suerte de dispersión
en la información.”
El
modelo departamental en la balanza
Una de las ventajas del modelo departamental es su correspondencia
con las reformas en el proceso enseñanza-aprendizaje establecidas
por el Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF), porque apoya
la idea de construcción del conocimiento por medio de la
participación formando al estudiante-investigador como también
al docente-investigador.
No obstante, una de sus desventajas radica en la complejidad del
proceso generador del conocimiento, gestado por individuos: “el
académico es el que tiene que resolver la docencia, investigación
y difusión, ya que requieren ejercicios distintos”,
precisó la académica universitaria.
Planeados los talleres como un punto de partida que permita a los
académicos conocer las características de modelos
departamentales, la siguiente finalidad es propiciar el intercambio
de ideas: “lo que van a hacer los talleres es iniciar la discusión
y poner cuáles son los acentos que valdrá la pena
discutir y cuáles son los que pueden irse dando de facto,
esto en un proceso interactivo donde las personas que toman el taller
van pensando y reflexionando juntos”.
Comentó que paralelamente a los talleres se está haciendo
un trabajo de diagnóstico de capital social con los académicos
de la UV, “no con un afán fiscalizador sino de comprensión.
Hemos iniciado un trabajo que iría para este diagnóstico,
y aunque no está subordinado al proceso de departamentalización,
lo acompaña bastante bien porque nos permite conocer quiénes
somos, qué hacemos y dónde estamos”. |