Año 6 • No. 243 • octubre 23 de 2006

Xalapa • Veracruz • México
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En Xalapa y Córdoba, de manera simultánea
Realizan talleres en la UV sobre departamentalización

David Sandoval

Establecer redes de conocimiento que transmitan los conocimientos adquiridos, el siguiente paso

La UV tiene potencial para ser una institución departamentalizada y en red debido a sus cinco campus, señaló Giovanna Mazzotti del IIESES.
Difundir los beneficios que puede aportar la departamentalización para la Universidad Veracruzana (UV), como también los diferentes modelos departamentales aplicados en otras instituciones, es el objetivo por el cual se organizan talleres en las comunidades académicas de Xalapa y Córdoba, comentó la investigadora del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores, Económicos y Sociales (IIESES), Giovanna Mazzotti.

En coordinación con académicos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el IIESES se encarga precisamente de difundir lo que significa aplicar el modelo departamental en la UV.

La investigadora explicó que “la esencia del modelo departamental es muy simple: es una forma de organización del trabajo académico que permite la integración entre investigación, docencia y estudio o investigación, docencia y difusión, dependiendo en el nivel en que se ubique, es decir, para el estudiante es estudio, investigación y enseñanza, y para el académico es investigación, docencia y difusión. Es una manera de organizar el trabajo que integra estas tres actividades.”

Señaló que el planteamiento del taller pretende abarcar las bases de la organización del trabajo académico por departamentos, ya que hay diferentes experiencias de departamentalización; por esta razón el taller se ha establecido en dos dimensiones: primero tratará sobre cómo son planteados, de dónde provienen y cómo han sido utilizados en las diferentes universidades los modelos departamentales. La segunda etapa consistirá en trabajar redes de conocimiento o redes académicas:
“Es una forma de organizar el trabajo que está relativamente formalizado con los cuerpos académicos. En esa segunda parte sería ver cómo las mismas personas ya están trabajando en red y cómo este trabajo se acopla o no a una forma de organización por departamentos.”

En las universidades –explicó Mazzotti– el modelo departamental se aplica de maneras distintas, porque tanto las disciplinas como las áreas del conocimiento, los mismos perfiles o trayectorias de los académicos en un área específica, determinan el mejor modo de integrar investigación, docencia y difusión”.

Agregó que dicho taller se realiza con un planteamiento inicial que respeta las trayectorias y las tradiciones de cada una de las universidades, ya que sobre éstas se adaptará el modelo departamental. “Es imposible plantear una imposición de modelo. Lo primero que se necesita es tener información suficiente para saber de qué trata y las implicaciones para las personas de un modelo departamental”.

En los talleres de Xalapa y Córdoba se trabajará sobre la historia y los diferentes modelos de las universidades que aplican este sistema en Inglaterra, Alemania y México; expondrán cuáles han sido las determinantes de las universidades latinoamericanas, cómo se aplica el modelo departamental en la UAM, y por medio de una serie de dinámicas, permitir visualizar a los asistentes una forma de trabajo dentro del modelo para poder comparar sus ventajas o desventajas.
La investigadora del IIESES agregó: “La idea es que al finalizar los talleres, cada una de las personas que lo tomaron pueda funcionar como replicante, como agente en sus propias áreas o institutos con sus compañeros para que puedan transmitir la información y se genere un intercambio de ideas”. Esto –dijo– con el fin de producir un ambiente de conveniencia que perfile las necesidades de cada dependencia o centro de investigación.

A pesar de que ante todo cambio siempre existe algo de resistencia, se trata de difundir información sobre lo que significa el proceso y cómo puede concebirse un modelo semejante en la universidad, ya que uno de los grandes beneficios de este taller, subrayó, es crear un modelo de una universidad departamentalizada al interior y entre ella una universidad en red: “La UV tiene el potencial para hacerlo. Tiene todas las posibilidades de ser una universidad de primer nivel y de hecho en muchas áreas lo es; lo que parece existir es una suerte de dispersión en la información.”

El modelo departamental en la balanza
Una de las ventajas del modelo departamental es su correspondencia con las reformas en el proceso enseñanza-aprendizaje establecidas por el Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF), porque apoya la idea de construcción del conocimiento por medio de la participación formando al estudiante-investigador como también al docente-investigador.

No obstante, una de sus desventajas radica en la complejidad del proceso generador del conocimiento, gestado por individuos: “el académico es el que tiene que resolver la docencia, investigación y difusión, ya que requieren ejercicios distintos”, precisó la académica universitaria.

Planeados los talleres como un punto de partida que permita a los académicos conocer las características de modelos departamentales, la siguiente finalidad es propiciar el intercambio de ideas: “lo que van a hacer los talleres es iniciar la discusión y poner cuáles son los acentos que valdrá la pena discutir y cuáles son los que pueden irse dando de facto, esto en un proceso interactivo donde las personas que toman el taller van pensando y reflexionando juntos”.

Comentó que paralelamente a los talleres se está haciendo un trabajo de diagnóstico de capital social con los académicos de la UV, “no con un afán fiscalizador sino de comprensión. Hemos iniciado un trabajo que iría para este diagnóstico, y aunque no está subordinado al proceso de departamentalización, lo acompaña bastante bien porque nos permite conocer quiénes somos, qué hacemos y dónde estamos”.