Año 6 • No. 250 • diciembre 11 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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50 aniversario de Arquitectura UV
Sustituir tecnología por geometría
y creatividad, reto de la arquitectura

Dunia Salas Rivera
Propone catedrático de la UNAM reconocer la obra del arquitecto veracruzano José Ortiz de Castro, precursor de la construcción resistente por forma
El reto de la arquitectura es utilizar la tecnología, la ciencia y los materiales de manera racional, como una herramienta para tener más certeza de lo que hacemos, y recurrir a la geometría como un instrumento esencial para el diseño y construcción de estructuras, aseguró Agustín Hernández Hernández, durante su conferencia “Estructuras Ligeras”, realizada en el marco del 50 aniversario de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Veracruzana (UV).

“No tenemos que endeudar nuestro futuro ni confiar nuestros proyectos a la tecnología si usamos de manera responsable y adecuada los recursos. Podemos articular la sustentabilidad a la geometría y las matemáticas para racionalizar aquellos elementos”, añadió el académico de la Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM).

De ahí la importancia, continuó, de poner en el contexto histórico y cultural al más notable arquitecto mexicano de su época, el coatepecano José Damián Ortiz de Castro, quien fuera impulsor en nuestro país de las estructuras de doble curvatura inversa, construcciones cuya resistencia radica en su forma y no en la masa.

Según Agustín Hernández, esta tesis fue establecida por Ortiz de Castro en México, al mismo tiempo en que lo hicieron en Inglaterra Isaac Newton y Thomas Young y en España Antonio Gaudí, entre otros: “Explotó la geometría al máximo, igual que muchos otros, pero él lo estaba gestando en México. Esto es importante aún más si consideramos la dificultad que había en ese momento de tener contacto con otras partes del mundo. Las aportaciones que hizo fueron valiosísimas en su momento y aún ahora siguen vigentes”.

El coatepecano, dijo Hernández Hernández, levantó estructuras de 60 metros con materiales que soportaban de 20 a 25 kilos de peso, “ahora que tenemos algunos que aguantan de 10 mil a 20 mil kilos deberíamos hacer estructuras de 40 mil metros o más de altura”.

Además, incorporó el hiperboloide de revolución elíptica o superficie anticlástica, el elipsoide o superficie sinclástica y la elipse como elementos de diseño, y desarrolló el sistema constructivo de superficies anticlásticas como superficies regladas con mampostería, artificio de enrase y planta ochavada.

“Se trata de un personaje veracruzano importantísimo para el país y del que nos hace mucha falta explorar. Ojalá el estado de Veracruz y la Universidad lo reconozcan. Estaría muy bien que la UV le dedicara un espacio o instaurara una cátedra que llevara su nombre, a través de la cual se motive a dar seguimiento a esos temas y líneas de investigación, porque este aspecto de la geometría está extinguiéndose”, refirió Agustín Hernández.

Sus obras arquitectónicas van desde la conclusión de la Catedral de México, hasta la construcción del Templo de San Hipólito, la catedral de Tulancingo y la primera Cámara de Diputados, en Palacio Nacional.