Año 8 • No. 314 • Junio 16 de 2008 Xalapa • Veracruz • México
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  Falta de sueño provoca cambios moleculares y celulares
Alma Espinosa
No dormir puede causar daños emocionales severos como la depresión
La falta de sueño prolongado provoca en el cerebro cambios moleculares; además, causa trastornos cognitivos, conductuales y emocionales, lo que puede derivar en depresión, explicó María Corsi-Cabrera, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en su participación en el curso internacional La función biológica del sueño: nuevas aproximaciones, organizado por el Instituto de Ciencias de la Salud de la Universidad Veracruzana (UV).

María Corsi-Cabrera, de la UNAM, durante el curso internacional La función biológica del sueño: nuevas aproximaciones

La investigadora dijo que una de las funciones que se afectan por falta de sueño es la capacidad de sostener la atención por periodos prolongados. Por breves momentos el cerebro es capaz de reaccionar y medio responder, pero si se prolonga la misma situación se observan lapsos donde la persona se queda dormida durante unos segundos y en medio de una conversación o una lectura debe regresar para comprender.

Señaló que esto es grave cuando el sujeto desempeña tareas importantes que requieren gran atención, como los controladores de vuelo, conductores y enfermeras en las áreas de terapia intensiva.

Asimismo, comentó, se afecta la velocidad de procesamiento, lo cual es trascendental para los tiempos de reacción. Actualmente se realizan estudios para ver cómo afecta la falta de sueño a la memoria que permite ejecutar una acción, tomar decisiones o evaluar, así como a la memoria de largo plazo.
En lo referente al estado de ánimo, éste se vuelve terrible, pues además de hacer que la persona se sienta irritable con los demás, también lo es con los ruidos. El no dormir lo suficiente puede conducir a modificaciones de estado de ánimo más severas como la depresión.

Ante los universitarios reunidos en el auditorio del Museo de Antropología de Xalapa, la académica dijo que las regiones del cerebro que más se desactivan son las frontales, que afectan la memoria de trabajo. Dio a conocer que en la actualidad se realizan experimentos con privación de sueño de MOR (Movimiento Ocular Rápido) en humanos y se miden las funciones emocionales tanto eléctricamente como con resonancia magnética para ver qué sucede.

Detalló que para realizar sus estudios se priva al sujeto del sueño de 30 a 48 horas continuas o con intervalos, dependiendo de lo que se busca. Otra forma es afectar la calidad de sueño mediante ruidos, luces o despertando a la persona por pequeños lapsos, dijo.

Después de que se ha privado del sueño, el ser muestra cambios, aunque mantiene cierta capacidad de ejecución que no es perfecta, se vuelve hasta 80 por ciento más lento, más incierto y no se puede confiar plenamente en él. El cerebro desactivado es capaz de acoplar y compensar su actividad en 38 horas.