|
|
Editorial
Antes
que sea político
|
En el asunto del error que Ceneval cometió al calificar los
exámenes de admisión a la Universidad Veracruzana (UV)
el tema para los universitarios está más allá
de buscar candidatos al linchamiento: la falla de origen quedó
clara y Ceneval no tuvo empacho en aceptarlo; el problema para la
Universidad es, ahora, el de resolver la situación de miles
de jóvenes que han depositado confianza y expectativas de futuro
en la institución.
Es cierto que el error representa un problema grave en muchos sentidos
y tendrá sus repercusiones muy particulares en todos sentidos:
en cuanto a su propia credibilidad, en cuanto a la relación
con nuestra casa de estudios y otras universidades, sin duda. No obstante,
sin ánimo de minimizarlo, ahora el asunto verdaderamente importante
dentro de nuestra comunidad universitaria es la forma en la que la
institución responde a las consecuencias de este error.
En este sentido, quedó claro que nuestra casa de estudios –a
través de sus autoridades– tomó la decisión
de afrontar el problema sin ocultarlo, sacarle la vuelta o minimizarlo.
Sin negociarlo. De mostrarlo en su justa dimensión antes de
que la politización recurrente de nuestros días lo convierta
en otra cosa.
La institución de inmediato descartó la posibilidad
de dar marcha atrás con los resultados publicados y perjudicar
a más de mil 600 aspirantes que ya se habían inscrito
y que ninguna responsabilidad ni culpa tienen en el presente caso.
Esta alternativa, lejos de solucionar el problema hubiera lesionado
aún más a los estudiantes en cuanto que el efecto se
hubiera propalado incluso al interior de sus respectivas familias.
Por otro lado, la Universidad tenía la obligación, y
así lo asumió, de abrir espacios a los jóvenes
cuyo desempeño ya les había valido el derecho a inscribirse.
Por tanto, la decisión fue buscar los recursos que permitan
atender esta demanda extraordinaria, la de enfrentar los problemas
sin negociarlos ni maquillarlos, la de no fallar a los jóvenes
veracruzanos ni sus familias, la de transparentar un problema grave
para la institución y la de ventilarlo sin maquillaje, antes
de que se convierta en un problema político. |
Semanario UniVerso
El periódico de los universitarios
|
|