Año 8 • No. 319 • Julio 21 de 2008 Xalapa • Veracruz • México
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Cambio climático, violencia y pobreza detonarán el viraje
Crisis mundiales despertarán
la conciencia social
Edith Escalón
Las catástrofes que provocará la crisis ecológica, la inevitable crisis energética y los conflictos que generará en todo el mundo la crisis alimentaria, despertarán tarde o temprano la conciencia social sobre el fracaso del materialismo como ideología para la humanidad, aseguró en la Universidad Veracruzana (UV) Rolando Araya Monge, ex candidato presidencial de Costa Rica.

El periodista, académico y escritor, promotor en América Latina del socialismo “no materialista”, aseguró que el consumo como eje del desarrollo, y éste como sinónimo de felicidad, no es más que una manipulación de los grupos de poder para imponer el fundamentalismo de mercado, filosofía que –lamentó– está fuertemente arraigada en casi todo el mundo.


Rolando Araya, escritor, periodista y político costarricense
“El problema no es sólo que en los parámetros mundiales el bienestar y el desarrollo de un país dependa de cuánto se compra, se tiene o se gasta, como si lo económico definiera la felicidad; el verdadero problema es que hemos caído en ese juego, por eso la codicia se ha convertido en el motor del mundo.”

Sin embargo, el actual presidente del Comité de la Internacional Socialista para América Latina aseguró que orillados por las crisis a las que ha llevado esa filosofía economicista del mundo están detonando virajes impensables hasta hace algunos años, que aunque lentos son inevitables.

“Algo tiene que haber pasado en la sociedad norteamericana para que elijan como candidato a la presidencia a un afrodescendiente, no es un cambio que suscita Obama, es el cambio en la gente.”
Dijo que lo mismo sucede en América Latina, donde muchos países, aunque no han definido claramente su rumbo, tienen muy claro que no van a apostar más por el neoliberalismo: “Perú, Venezuela, Argentina, Ecuador, Chile y el mismo Brasil son ejemplos del viraje político de la región”.

Araya, quien ha impulsado en Costa Rica movimientos político-sociales en pro de la democracia y los derechos humanos, habló también de la lucha que dio su país por detener el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, que sentó un precedente en toda la región.

“Un pueblo indefenso, sin recursos y sin organización se enfrentó a la colosal maquinaria de gobierno, medios de comunicación, cámaras empresariales, oligarquía y empresas trasnacionales para imponer en un referéndum el tratado comercial, y aún así, tuvieron que hacer fraude para ganar por un punto de diferencia su implantación.”

Dijo que la indignación de los pueblos provocará su renegociación con los grupos de poder: “No se trata de ser optimista, sino de ver que sí hay indicios de cambio detonados por las crisis ecológica, energética, de alimentos, por la pobreza extrema, la violencia y la corrupción, y sobre todo porque esta forma de vida basada en el consumo es simple y sencillamente insostenible”.

Resistencia al cambio
Desde la perspectiva de Araya Monge, el sistema más resistente a cambio es el educativo y tarde o temprano tendrá que apostar por un nuevo paradigma: “Tendrá que dejar las rigideces, su reduccionismo, su visión fragmentaria de la realidad y empezar a establecer un sistema de formación que accione con nuevos patrones”.

“La escuela hoy recibe niños genio a los cinco años y los devuelve estúpidos a los 18, en lugar de formarlos los deforma, hace que pierdan su inteligencia, su creatividad, su capacidad de asombro, los educa bajo una ideología salvaje de dominación, en donde lo que importa, como en todo, es alcanzar el poder y dominar a los otros al precio que sea.”

En este contexto, advirtió, las universidades que se proponen como los grandes agentes de cambio deberán hacer su parte y empezar a cambiar ellas mismas antes de buscar cambiar a la sociedad: “Es un reto, porque estamos acostumbrados a pensar que la filosofía actual es la única posible”.