Veracruz,
Ver.- La obesidad, causa principal de un conjunto de padecimientos
–llamado síndrome metabólico– que incluye
la hipertensión y la diabetes, podría no sólo
representar un riesgo para el sistema cardiovascular de una persona,
sino que la haría más propensa a sufrir de enfermedades
hepáticas graves, como el hígado graso y la cirrosis,
según un estudio realizado por expertos del Instituto de
Investigaciones Médico-Biológicas (IIMB) de la Universidad
Veracruzana (UV) de este campus.
La investigación titulada “Routine Liver Biopsy to
screen for Non-Alcoholic Fatty Liver Disease”, de los investigadores
Federico Roesch Dietlen, José María Remes Troche,
Alfonso Pérez Morales, Antonio Ramos de la Medina y Silvia
Cid Juárez, se efectuó en 95 pacientes a los que se
sometió a cirugía para extirparles cálculos
biliares.
Tras realizar biopsias del tejido hepático, los expertos
hallaron que 55 por ciento de ellos presentaban, sin ningún
antecedente o síntoma, una condición grave llamada
hígado graso no alcohólico (HGNA); este porcentaje
de pacientes también sufrían del síndrome metabólico,
caracterizado por obesidad, hipertensión, diabetes y dislipidemia
(elevados niveles de colesterol).
Para José María Remes Troche, el principal factor
de riesgo del síndrome la precisamente la obesidad. “La
importancia de esta investigación es que hallamos que la
obesidad no sólo va a afectar al paciente en el aspecto cardiovascular,
sino que tenemos información de que existe una probabilidad
de 50 por ciento de que se desarrolle HGNA”, explicó
el médico gastroenterólogo. “Y de ese porcentaje,
por lo menos cinco o 10 por ciento derivarán en cirrosis,
que es mortal”.
Quinta
causa de muerte
De acuerdo con la Asociación Americana para el Estudio de
las Enfermedades Hepáticas, se diagnostica HGNA cuando existe
una acumulación de grasa en el hígado mayor a 10 por
ciento de su peso. El daño que produce este padecimiento,
también llamado esteatosis, puede llegar a desembocar en
una fibrosis avanzada y cirrosis, enfermedad crónica e irreversible
que es la quinta causa de muerte en nuestro país, desde 1990.
Presentada recientemente en el Congreso Americano de Gastroenterología
y Cirugía, esta investigación constituye el primer
trabajo a nivel mundial que establece una relación entre
obesidad y problemas hepáticos.
Y considerando que la obesidad tiene actualmente un comportamiento
epidémico en México y en el mundo, resulta lógico
para los investigadores pensar que en los próximos 20 años
aumentarán significativamente los casos de HGNA y cirrosis.
“Por ejemplo, si consideramos que según la Encuesta
Nacional de Salud 2000 existen 30 millones de adultos mexicanos
con sobrepeso y obesidad, es probable que cerca de 24 millones de
adultos tengan HGNA”, explicó Remes Troche.
Para el investigador, de continuar en un futuro esta tendencia,
la principal causa de cirrosis en México no estará
asociada al consumo de alcohol o a los virus de la hepatitis B y
C sino al hígado graso, por lo que es de vital importancia
implementar nuevas medidas para combatir el exceso de peso de la
población mexicana.
|