Año 8  • No. 321 • Agosto 18 de 2008 Xalapa • Veracruz • México
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En homenaje a Emilio Carballido
En la RAC, Instalaciones
de Marta Palau
Gina Sotelo

“Emilio Carballido fue el amigo más cercano en mi vida. Mantuvimos un diálogo de muchos años ante cada puesta en escena, ante cada instalación. Emilio escribió numerosos textos sobre mi proceso de creación y bautizó a las instalaciones como escenas congeladas de teatro. Cada vez que llegaba a la casa quería ver de inmediato como avanzaba el proyecto. Siempre lanzaba sus famosas exclamaciones ‘wow’, ‘plus super plus’, ‘fina Palaucita”.

Es una remembranza de la artista plástica Marta Palau a propósito de su visita a Xalapa para presentar sus Instalaciones. Homenaje a Emilio Carballido. La exposición se encuentra en la Galería Universitaria Ramón Alva de la Canal (RAC).

“Son instalaciones que le gustaban mucho a Emilio, especialmente las Kachinas, inspiradas en el arte de los indios Hopi de Arizona”, dice Palau, quien llegó a México siendo aún una niña proveniente de Lleida, España. A la fecha, su obra orgánica ha gozado de un desarrollo constante. Son sus piezas una sutil fusión entre lo místico, lo chamánico, lo ritual.

Textiles, dibujos, esculturas, cerámica o grabados, las obra de Palau evoca la tribu mientras da testimonio de sus viajes, sueños, deseos y creencias que comparte con quien observa. Fuera de los viejos cánones estéticos, Palau crea sin ortodoxias ni cortapisas. Supera las barreras de la forma y el espacio y crea piezas únicas, lejos de modas y dictados del mercado.

Sobre Carballido dice: “Emilio me contaba que la evolución de sus obras eran siempre un misterio para él; a medida que escribía en sus inmensas libretas de contabilidad, aparecían las escenas como si fueran dictadas por algún ser que en ocasiones resolvía el planteamiento completo de la obra, pero también lo perseguía durante años y lo hacía reflexionar y escribir largos e inolvidables parlamentos. Magia, puro pensamiento mágico”.

Para el homenaje, Leonardo Ramírez, curador de la exposición, sugirió que el mismo Emilio Carballido hablara, por lo que se eligieron fragmentos del texto Estos caminos, escrita en 1985 para la exposición Mis caminos son terrestres que se exhibió en la Sala Nacional del Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México:
“A través de los materiales Marta llega a imágenes potentísimas, llena el espacio con una solemne evocación que no tiene definición posible más que en sí misma; y es una definición de México, de la cual, brotan rasgos de travesura y humor, hay mezclados los elementos discordantes de toda nuestra vida y nuestra historia, de los extremos que se tocan en una armonía que el análisis no explicará nunca porque es de algún modo milagrosa”.

En Instalaciones se aprecian piezas como Naualli centinelas elaborada a base de adobe, madera, papel amatl y pintura; Naualli mano poderosa, ramas de árbol, fibra de tule tejida, papel amatl y barro negro; Escalera de Naualli, instalación hecha con madera, adobe y henequén.

Destaca Cuatro atados de trece, instalación hecha con cuatro ayates de henequén y 52 cráneos, 13 en cada atado. La pieza se basa en el calendario Maya en que dividían el año en cuatro atados de 13 años cada uno, lo que indicaba una era. Esta obra es una denuncia sobre una era de las muertas de Ciudad Juárez.

Marta Palau llegó a México muy pequeña, con experiencias traumáticas, ya que sufrió a los cuatro años los terribles escenarios de la Guerra Civil Española.

Cuando las sirenas anunciaban las cercanías de aviones, Marta debía mantenerse bocabajo sobre el piso del patio de su casa y utilizaba un trocito de madera apretado entre los dientes, pues según le decían, impedía que el estruendo dañara sus oídos, pero quizá sólo servía para aliviar la ansiedad y el temor transmitidos por los adultos.