Boca
del Río, Ver.- Alma Máter de los más
destacados ingenieros veracruzanos y de cerca de dos mil 500 estudiantes
que diariamente acuden a sus instalaciones para formarse en las
distintas disciplinas que conforman el Área Técnica,
la Facultad de Ingeniería de la Universidad Veracruzana (UV)
campus Veracruz se encuentra inmersa en un proceso de transformación
que pretende convertir esta casa de estudios en un mini campus con
instalaciones de primer nivel, áreas verdes y recreativas,
laboratorios con tecnología de punta y centros de investigación
de alto nivel.
“No se trata sólo de embellecer nuestro entorno con
nuevas áreas verdes y mejores instalaciones, sino de volcarnos
en el aspecto académico ofreciéndoles a los alumnos
laboratorios y aulas mejor equipados, así como la posibilidad
de vincularlos a nuevas áreas del conocimiento y la investigación”,
explicó el director de esta Facultad, Alexandro Castellanos
Mier.
Muestra de este compromiso de este centro de estudios con la calidad
educativa es la serie de esfuerzos continuos que, desde el año
2002, ha emprendido la comunidad universitaria para alcanzar la
certificación de los programas académicos que ofrece.
Tan sólo en el mes de marzo, cinco de las siete carreras
que conforman casi la totalidad de su demanda educativa –Ingeniería
Civil, Ingeniería Mecánica-Eléctrica, Ingeniería
Naval, Ingeniería en Topografía e Ingeniería
en Electrónica y Comunicaciones– alcanzaron el Nivel
1 tras ser evaluados por el Comité Interinstitucional para
la Evaluación de la Educación Superior (CIIES), que
en este caso estuvo a cargo del Consejo de Acreditación de
la Enseñanza en Ingeniería (Cacei).
“El resultado favorable de la Cacei no significa que ya estemos
certificados, sino que nuestros programas de estudio reúnen
las condiciones necesarias para poder solicitar un proceso de acreditación”,
comentó Castellanos Mier. Asimismo, señaló
que de las dos carreras restantes, sólo Ingeniería
Química se encuentra en espera del resultado de su evaluación,
mientras que Ingeniería en Metalurgia, al ser de reciente
creación, debe esperar aún a tener una generación
de egresados como requisito para iniciar el proceso de acreditación.
“Tomando en cuenta que la mayor parte de la matrícula
se halla en las carreras de Ingeniero Civil e Ingeniero Mecánico-Eléctrico,
estamos hablando de que 90 por ciento de nuestros alumnos cursan,
hoy en día, programas de estudios de calidad reconocida por
organismos evaluadores”, añadió el Director.
Transformar
para fortalecer la institución
Una parte de los recursos empleados para la adquisición de
mobiliario y equipo en este proceso de transformación provienen
de la Secretaría de Educación Pública (SEP),
que a través de su Programa Integral de Fortalecimiento Institucional
(PIFI) organiza convocatorias para financiar este tipo de proyectos
de mejoramiento académico.
Pero la mayor parte del financiamiento de dos nuevos edificios,
uno destinado a concentrar la oferta de posgrados de la Facultad
y otro a la investigación en micro y nanotecnología,
emanan de gestiones y vínculos institucionales con el gobierno
de la entidad y la iniciativa privada.
Posgrados y Nanotecnología
Concebido a mitad de la década de los noventa, el proyecto
de un centro que aglutinara la oferta de posgrados de la Facultad
de Ingeniería fue retomado recientemente por un grupo de
ex alumnos, constituidos en un Comité Preconstrucción
del Edificio de Posgrados, que es coordinado por el ingeniero José
Díaz Vega.
Proponiendo una imagen radicalmente diferente a la de los demás
edificios de la Facultad a través de un estilo arquitectónico
modernista, el proyecto se articula a través de la idea del
“edifico inteligente”. Su estructura y diseño
están pensados para albergar en tres plantas las aulas y
laboratorios de las maestrías y especialidades que actualmente
se ofrecen en la Facultad, entre ellas la Maestría en Ingeniería
en Transporte Multimodal –actualmente implantada en Xalapa–,
y la Especialidad en Construcción –que podría
ver ampliada su currícula hasta convertirse nuevamente en
maestría.
El otro edificio, que finalizará su primera fase de construcción
a finales de este año, será la nueva sede del Centro
de Micro y Nanotecnología (Microna) de la UV, financiado
gracias a recursos de los gobiernos federal y estatal, así
como a convenios con empresas como Pemex y Tenaris-TAMSA.
Según su titular, Pedro García Ramírez, el
nuevo edificio del Microna albergará en su primera planta
a los laboratorios de Confiabilidad, Óptica, Nanotecnología
y Materiales Avanzados, mientras que en la segunda se establecerán
las áreas de Microelectrócnica y Tecnología
MEMS (Sistemas micro-nano-electrócnicos, por sus siglas en
inglés), así como un espacio administrativo, aulas
y cubículos para investigadores.
“El lunes antepasado acabamos de recibir la notificación
que aprueba nuestro primer posgrado, la Maestría en Micro
y Nanotecnología, que arrancaremos en febrero”, explicó
el investigador. “Por ello, nuestra prioridad es construir
las áreas de laboratorio, pero estamos proyectando más
espacio para instalar los equipos de segunda generación,
hasta lograr conformar un edificio de tres o hasta cuatro plantas,
que se ubicaría junto a la torre de administración
y tendría vista a la calle”.
Más
áreas verdes
Una de las principales preocupaciones de la actual administración
de la Facultad de Ingeniería es la integración de
los alumnos dentro de su entorno educativo.
“Debido al nuevo modelo, muchos de nuestros estudiantes pasan
gran parte de su día en la Facultad”, explica el jefe
de la carrera en Ingeniería Civil, Jesús Santamaría
López. “Esto significó que, con el tiempo, descubriéramos
la necesidad de reestructurar nuestro espacio con el fin de que
tanto estudiantes como maestros nos sintiéramos más
integrados dentro de la Facultad, con más y mejores áreas
verdes y una optimización de los espacios comunes”.
Santamaría López se ha encargado de supervisar algunas
de las maniobras y remodelaciones realizadas a la fecha dentro de
la Facultad, como la rehabilitación de los pasillos y corredores,
la creación de nuevas áreas verdes, la optimización
de los espacios para estacionamiento, la reubicación de diversos
monumentos y signos distintivos de este centro de estudios, tales
como el Monumento a los Profesores Fallecidos, anteriormente relegado
a un rincón poco visitado, y un gigantesco tetrápodo
de concreto de más de seis toneladas, que simboliza el papel
de los ingenieros veracruzanos en la construcción y consolidación
de las obras del Puerto.
Asimismo, se dotó al campus de Internet inalámbrico
y de contactos para conectar sus computadoras en dichas zonas verdes,
además de iniciar la construcción de una cancha techada
de futbol rápido, ya que la antigua zona deportiva será
ocupada por un lago artificial y un jardín, que constituirán
el nuevo y más ecológico corazón de la Facultad
de Ingeniería.
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