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Seguridad
alimentaria y
nutricional: un reto para todos
Luz del Carmen Romero Valdés |
“El
hambre perpetúa la pobreza al impedir que las personas desarrollen
sus potencialidades y contribuyan al progreso de sus sociedades.”
(Kofi Annan, ONU, 2002) |
La
Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN) existe cuando todas las
personas tienen, en todo momento, acceso físico, económico
y social a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer
sus necesidades alimenticias y poder llevar así una vida activa
y sana.
Las raíces del concepto actual de “Seguridad Alimentaria
y Nutricional” se remontan a la “Declaración Universal
de los Derechos Humanos” de 1948, en la que se reconocía
el derecho al alimento como eje central del bienestar humano. En la
década de los 70, el concepto de SAN se basó en la producción
y disponibilidad alimentaria a nivel global y nacional. En los años
80, se añadió la idea del acceso, tanto económico
como físico, y en la década de los 90, se llegó
al concepto actual que incorpora la inocuidad y las preferencias culturales,
y se reafirma la Seguridad Alimentaria como un derecho humano.
Dentro de la Seguridad Alimentaria y Nutricional existe una estrecha
vinculación de factores de diversos ámbitos como: el
ecológico, agrícola, ambiental, económico, social,
cultural, sanitario y tecnológico, por mencionar solo algunos.
Por lo que alcanzar la SAN representa un gran reto para todas las
áreas involucradas.
Los pilares básicos de la SAN son cuatro: disponibilidad, accesibilidad,
consumo de alimentos y utilización biológica de los
mismos.
Existe Seguridad Alimentaria cuando todos los pilares están
cubiertos al cien por ciento, sino lo están, así sea
en una mínima proporción o solo uno de ellos, surge
el concepto de Inseguridad Alimentaria, que más adelante retomaremos.
La disponibilidad, es la oferta de alimentos que a nivel individual
representa la potencialidad de elección del consumidor. En
ésta se encuentra inmersa la producción suficiente de
alimentos a nivel local o nacional, las importaciones, el almacenamiento
y la ayuda alimentaria.
La accesibilidad, es la posibilidad que tienen los individuos o familias
para adquirir los alimentos ya sea por medio de su capacidad para
producirlos y/o comprarlos o mediante transferencias o donaciones.
La falta de acceso es frecuentemente la causa de la inseguridad alimentaria,
y puede tener un origen físico (cantidad insuficiente de alimentos
debido a varios factores, como son el aislamiento de la población,
la falta de infraestructura) o económico (ausencia de recursos
financieros para comprarlos debido a los elevados precios o a los
bajos ingresos).
El consumo, se refiere a que las existencias alimentarias en los hogares
respondan a las necesidades nutricionales, a la diversidad, a la cultura
y las preferencias alimentarias. El ingreso familiar y los precios
de los alimentos son determinantes de la demanda alimentaria. También
hay que tener en cuenta aspectos como la inocuidad de los alimentos,
las condiciones higiénicas de los hogares y la distribución
con equidad dentro del hogar. La población más pobre,
es la más vulnerable a los déficits alimentarios y la
malnutrición.
La utilización biológica, se refiere al aprovechamiento
óptimo de los alimentos; está determinada por el estado
nutricional, las condiciones de salud del entorno de una población.
La inadecuada utilización biológica puede tener como
consecuencia la desnutrición y/o la malnutrición (estado
patológico debido a la deficiencia, el exceso o la mala asimilación
de los nutrientes). Con frecuencia se toma como referencia el estado
nutricional de los niños y las niñas, pues las carencias
o excesos en la alimentación durante estas edades, tienen graves
consecuencias a largo plazo y a veces resultan permanentes.
La inseguridad alimentaria es la disponibilidad limitada e incierta
de los alimentos que permiten cubrir los requerimientos nutricionales
de los individuos. Algunas manifestaciones de la inseguridad alimentaria
son: baja productividad, dificultad en el aprendizaje, retardo en
el crecimiento y desarrollo, talla baja, morbilidad y mortalidad,
lo que conlleva a un subdesarrollo humano.
En nuestro país se requiere abordar la problemática
de la malnutrición, actuando sobre la disponibilidad, el acceso,
el consumo y utilización biológica de los alimentos
de manera integral. Y enfrentar las consecuencias de la inseguridad
alimentaria y nutricional que estamos viviendo; por un lado la presencia
de enfermedades por deficiencia como la desnutrición y los
síndromes carenciales y por otro, el incremento alarmante del
sobrepeso y la obesidad en todas las edades, siendo el preámbulo
de muchas otras enfermedades crónicas como la diabetes mellitus
tipo 2, hipertensión arterial, enfermedad cardiovascular y
otras que en la actualidad aquejan a la humanidad. |
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