Año 8  • No. 321 • Agosto 18 de 2008 Xalapa • Veracruz • México
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  Seguridad alimentaria y
nutricional: un reto para todos
Luz del Carmen Romero Valdés
“El hambre perpetúa la pobreza al impedir que las personas desarrollen
sus potencialidades y contribuyan al progreso de sus sociedades.”
(Kofi Annan, ONU, 2002)
La Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN) existe cuando todas las personas tienen, en todo momento, acceso físico, económico y social a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y poder llevar así una vida activa y sana.

Las raíces del concepto actual de “Seguridad Alimentaria y Nutricional” se remontan a la “Declaración Universal de los Derechos Humanos” de 1948, en la que se reconocía el derecho al alimento como eje central del bienestar humano. En la década de los 70, el concepto de SAN se basó en la producción y disponibilidad alimentaria a nivel global y nacional. En los años 80, se añadió la idea del acceso, tanto económico como físico, y en la década de los 90, se llegó al concepto actual que incorpora la inocuidad y las preferencias culturales, y se reafirma la Seguridad Alimentaria como un derecho humano.

Dentro de la Seguridad Alimentaria y Nutricional existe una estrecha vinculación de factores de diversos ámbitos como: el ecológico, agrícola, ambiental, económico, social, cultural, sanitario y tecnológico, por mencionar solo algunos. Por lo que alcanzar la SAN representa un gran reto para todas las áreas involucradas.
Los pilares básicos de la SAN son cuatro: disponibilidad, accesibilidad, consumo de alimentos y utilización biológica de los mismos.

Existe Seguridad Alimentaria cuando todos los pilares están cubiertos al cien por ciento, sino lo están, así sea en una mínima proporción o solo uno de ellos, surge el concepto de Inseguridad Alimentaria, que más adelante retomaremos.

La disponibilidad, es la oferta de alimentos que a nivel individual representa la potencialidad de elección del consumidor. En ésta se encuentra inmersa la producción suficiente de alimentos a nivel local o nacional, las importaciones, el almacenamiento y la ayuda alimentaria.

La accesibilidad, es la posibilidad que tienen los individuos o familias para adquirir los alimentos ya sea por medio de su capacidad para producirlos y/o comprarlos o mediante transferencias o donaciones. La falta de acceso es frecuentemente la causa de la inseguridad alimentaria, y puede tener un origen físico (cantidad insuficiente de alimentos debido a varios factores, como son el aislamiento de la población, la falta de infraestructura) o económico (ausencia de recursos financieros para comprarlos debido a los elevados precios o a los bajos ingresos).

El consumo, se refiere a que las existencias alimentarias en los hogares respondan a las necesidades nutricionales, a la diversidad, a la cultura y las preferencias alimentarias. El ingreso familiar y los precios de los alimentos son determinantes de la demanda alimentaria. También hay que tener en cuenta aspectos como la inocuidad de los alimentos, las condiciones higiénicas de los hogares y la distribución con equidad dentro del hogar. La población más pobre, es la más vulnerable a los déficits alimentarios y la malnutrición.

La utilización biológica, se refiere al aprovechamiento óptimo de los alimentos; está determinada por el estado nutricional, las condiciones de salud del entorno de una población. La inadecuada utilización biológica puede tener como consecuencia la desnutrición y/o la malnutrición (estado patológico debido a la deficiencia, el exceso o la mala asimilación de los nutrientes). Con frecuencia se toma como referencia el estado nutricional de los niños y las niñas, pues las carencias o excesos en la alimentación durante estas edades, tienen graves consecuencias a largo plazo y a veces resultan permanentes.

La inseguridad alimentaria es la disponibilidad limitada e incierta de los alimentos que permiten cubrir los requerimientos nutricionales de los individuos. Algunas manifestaciones de la inseguridad alimentaria son: baja productividad, dificultad en el aprendizaje, retardo en el crecimiento y desarrollo, talla baja, morbilidad y mortalidad, lo que conlleva a un subdesarrollo humano.

En nuestro país se requiere abordar la problemática de la malnutrición, actuando sobre la disponibilidad, el acceso, el consumo y utilización biológica de los alimentos de manera integral. Y enfrentar las consecuencias de la inseguridad alimentaria y nutricional que estamos viviendo; por un lado la presencia de enfermedades por deficiencia como la desnutrición y los síndromes carenciales y por otro, el incremento alarmante del sobrepeso y la obesidad en todas las edades, siendo el preámbulo de muchas otras enfermedades crónicas como la diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial, enfermedad cardiovascular y otras que en la actualidad aquejan a la humanidad.