Boca
del Río, Ver.- Con la intención de reducir
la presión ecológica que ejerce la pesca del pulpo
en los arrecifes de Antón Lizardo y de desarrollar una alternativa
rentable como actividad económica para los pescadores de
esta zona, el Centro de Ecología y Pesquerías (CEP)
de la Universidad Veracruzana (UV) desarrolla varios proyectos de
investigación que pretenden aumentar los conocimientos existentes
sobre la reproducción y alimentación del octopus vulgaris
para establecer criaderos que permitan su comercialización.
Se trata de los proyectos “Estrategia participativa para el
cultivo de pulpo en Antón Lizardo” y “Cultivo
experimental de pulpo”, iniciativas que el CEP emprendió
desde 2004, tras los resultados de diversas evaluaciones sobre la
actividad pesquera efectuados en el Sistema Arrecifal Veracruzano.
“En estos estudios encontramos que, de todas las pesquerías
que se realizan en esta Área Natural Protegida, la que resulta
ser más conflictiva para el medio ambiente es la pesca del
pulpo”, señaló Lourdes Jiménez Badillo,
investigadora del CEP.
Esto ocurre debido a que los pescadores utilizan un gancho para
extraer al animal de su refugio, causando daños en la estructura
de los arrecifes. De ahí la necesidad de desarrollar el cultivo
del pulpo como una actividad alternativa a la pesca, ya que son
cerca de 60 familias las que dependen de este recurso en la zona.
Logros
y oportunidades
De 2004 a la fecha, el trabajo de los investigadores del CEP ha
consistido en el estudio y desarrollo de diversos tipos de refugios
que puedan mantener al pulpo en cautiverio. Se trata de una labor
que no ha resultado sencilla ya que la naturaleza del pulpo es carnívora,
de manera que los refugios diseñados deben permitir que los
ejemplares se mantengan aislados para que no se devoren entre ellos,
pero dentro de un mismo tanque.
En este proyecto participan integrantes de la cooperativa local
de pescadores “Arrecifes de Antón Lizardo”, quienes
se han vinculado de manera activa a los experimentos. Gracias a
la capacitación recibida por parte del CEP, son los mismos
pescadores de la zona quienes cuidan el criadero experimental que
se ubica en Antón Lizardo.
“Nuestro principal objetivo es lograr cerrar el ciclo reproductivo
del pulpo”, comentó Jiménez Badillo, responsable
del proyecto. “No sólo queremos criar al pulpo juvenil
para su engorda, sino lograr reproducirlos en cautiverio y asegurar
el desarrollo del pulpo a lo largo de todo su ciclo, desde los estados
de fresa (huevos) y paralarva, hasta su estado maduro.
La dificultad de “cerrar el ciclo” estriba en que la
paralarva del pulpo vive en estado plantónico, es decir,
que flota en el mar. Cuando alcanza el estado juvenil se vuelve
un organismo que habita el fondo del mar, también llamado
estado ventónico.
“El paso del estado plantónico al ventónico
es un asunto que, incluso a nivel mundial, no se ha podido lograr
aún, debido a que no se ha podido hallar el tipo de alimento
que permita la sobrevivencia de la paralarva en cautiverio”,
explicó Jiménez Badillo; de ahí la necesidad
de continuar realizando estudios experimentales que aseguren la
crianza del octupus vulgaris como una alternativa rentable para
las familias que dependen de la pesca en los municipios de Veracruz,
Boca del Río y Alvarado. |