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Hoy día, nadie se atrevería a negar el papel nodal
de la interdisciplinaridad en la aprehensión del conocimiento,
pues brinda la posibilidad de acceder a otras perspectivas que nutren
sobremanera los contenidos de toda clase de estudio. Lo anterior
se demuestra con la investigación que hizo la socióloga
Norma Esther García Meza sobre una de las novelas fundadoras
de nuestras letras contemporáneas, Al filo del agua (1947),
de Agustín Yáñez.
Durante
la presentación del libro Al filo del agua. Voces y memoria,
realizada hace unos días en el salón Azul de la Unidad
de Humanidades, Esther Hernández Palacios -cuyo texto diera
lectura Roselia Orozco Armenta-, apuntó que esta investigación
se convirtió, más que en un requisito para que su
autora obtuviera el grado de maestra en Literatura Mexicana por
parte de la UV, en la relación de una mujer con el mundo,
nunca ajena a sus circunstancias.
Agregó
que García Meza, al poner en juego sus instrumentos de formación
en ciencias sociales con su sensibilidad, valores intelectuales
y espíritu de supervivencia, explora con gran acuciosidad
la creación de la memora colectiva en Al filo del agua -elemento
al que la crítica no había prestado mucha atención-
mediante una actitud hermeneuta donde convergen dos universos, el
representado en la novela y el de la lectura.
El
maestro Arturo Hinojosa destacó que en su estudio, Norma
Esther García Meza muestra una notable capacidad para debatir
lo que ha representado la obra de Agustín Yáñez
en la historia de la literatura (composición artística,
recursos narrativos, realismo social), ofrece un panorama de la
crítica que ha ayudado a entender la obra del escritor jalisciense,
mas ve las limitaciones de algunos "estudiosos", y adopta
una posición creativa y crítica que constata la necesidad
de explorar otras vetas de investigación en Al filo del agua,
con una postura original, como procede al imbuirse en la memoria
colectiva como representación artística.
En
su turno, Jorge Brash, director de la revista La Palabra y el Hombre,
mencionó que la producción de Agustín Yáñez
da pie al lector referencias sobre sus investigaciones y lecturas,
encontrando un mundo ya ido, pero que pervive en la memoria: las
costumbres, tribulaciones y creencias de nuestro pueblo.
Para
dar surgimiento a Al filo del agua, el novelista adopta una voz
-que no necesariamente es la del escritor jalisciense-, de la cual
se vertebran las del "Acto preparatorio", la que aparece
a partir del capítulo "Aquella noche" y la de Lucas
Macías. El despliegue de aparato crítico y análisis
que hace Norma Esther García en Al filo del agua. Voces y
memoria -concluyó- invita a leer la novela de una manera
más rica y escrutadora.
Norma
Esther García Meza, quien se desempeña como académica
en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT),
dijo que su investigación emergió del placer estético
y de la enseñanza que le proporcionó Al filo del agua
durante un momento difícil de su existencia; de allí
que la lectura representara para ella un acto de búsqueda
y, al transitar por esas sendas ya recorridas por muchos, descubrió
algunos elementos que no se habían tomado en cuenta. Así,
su trabajo, publicado por la UJAT en su colección Manuel
Sánchez Mármol, tiene el propósito de enriquecer
nuestra idea de la historia literaria.
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