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Toda una tradición se mantiene vigente entre los músicos
de la región y, particularmente, entre quienes integran la
Orquesta Sinfónica de Xalapa (OSX). Por ello, esta organización
conmemoró el día de Santa Cecilia, la mártir
católica ungida como patrona de los músicos, con un
concierto que se efectuó en el interior de la Catedral Metropolitana
de la capital Veracruzana, el pasado jueves 22 de noviembre.
El
programa se integró por obras de dos compositores austriacos,
Anton Bruckner y Franz Schubert, las que encajaron adecuadamente
en la ocasión, pese a la naturaleza de enorme densidad que
caracteriza a la obra de Bruckner. Como organista que era, este
autor explotó de especial forma las sonoridades de la orquesta
a la manera del órgano mediante frases de proporciones amplias
que contrastan con los ecos producidos y con los pasajes de carácter
bucólico, generando antifonías que sugieren una suerte
de diálogo entre varios coros musicales. De duración
prolongada (su interpretación consumió 70 minutos),
esto no fue obstáculo para que el público se mantuviese
atento a la interpretación de la OSX, pese a los ruidos procedentes
del exterior y a la incomodidad que supone la distribución
de las bancas, que obligó a los numerosos asistentes a acomodarse
donde les fue posible. Bruckner, un músico de sólidas
creencias religiosas y profundamente devoto, fue organista en la
iglesia de San Florián y su música refleja la apacibilidad
de un espíritu que, aunque lego, era indeclinablemente entregado
a los más nobles ideales y pensamientos.
De
Schubert, se interpretó la segunda de sus misas, en la tonalidad
de sol mayor. Compuesta para coro y cuerdas en solamente seis partes
-Kyrie, Gloria, Credo, Sanctus, Benedictus y Agnus Dei-, con una
soprano, un tenor y un barítono como solistas, su brevedad
contiene varios de los momentos mayormente memorables en la obra
de este compositor. Los solistas fueron Ivonne Reyes, Joel Pérez
Arciniega y Víctor Vázquez, y la dirección
recayó en Sergio Cárdenas, músico originario
de Ciudad Victoria, Tamaulipas, quien ha sido director titular de
varias orquestas en Europa, así como de la Sinfónica
Nacional de México y de la Filarmónica del Bajío.
Concierto
de excelentes resultados artísticos, el público aplaudió
insistentemente hacia el final, comprometiendo a los participantes
a entregar una pieza de obsequio, el Ave verum, de Mozart. Con tal
acontecimiento, los músicos han dado continuidad a la tradición
de conmemorar el día dedicado a su interesante desempeño.
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