Año 2 • No. 48 • diciembre 3 de 2001 Xalapa • Veracruz • México
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  México, país con identidad ambivalente
Gina Sotelo
 


El himno nacional que se transmite en la mañana y en la noche a través de la televisión y la radio parece anunciar el momento de apagar nuestros aparatos receptores. En las primarias, los niños lo cantan todos los lunes, sin conocer su sentido. Los medios presentan un doble discurso cuando, por un lado, vemos a las mexicanas como las guerreras de la mugre y el cochambre y a los mexicanos como hombres que ya hicieron la prueba del añejo o como gordos vulgares, ansiosos de sacarse el "Melate", por otro, esos niños rollizos con ojos azules, que anuncian un sinfín de productos, le roban cámara a los chimuelos que venden con una sonrisa el progreso del país.

Tales reflexiones fueron vertidas por Martha Luz Arredondo durante la conferencia Marco histórico-cultural, las políticas de modernización en México y su influencia en la educación, que se sumó a las actividades del II Encuentro Internacional de Pedagogía.

La expositora dijo que los libros de texto gratuito uniforman a la sociedad, "cuando los libros ya no se distribuyen sin costo, el gobierno sigue controlando dicho sector a través de las obras que la SEP recomienda, calificadas como de historia oficial".

Desde su punto de vista, para la administración actual no existe el sentido ni el sentimiento de la identidad nacional: "En los textos no se habla de patria, sino de país, estado, nación, sin profundizar en hechos históricos que sólo conceden juicios de valor al Porfiriato, al cual califican como sistema modelo".

Así, debido a que al alumno no se le forma, se le informa, tiene dificultades para reflexionar y expresar con claridad sus ideas, y muestra un total desconocimiento sobre los hechos y asuntos generales, mas exhibe apatía ante tal situación: "Los estudiantes actuales sufren de una ignorancia histórica que se refleja en una actitud acrítica".

Arredondo mencionó que, dentro del conglomerado mundial de naciones, México se caracteriza por las incongruencias de sus acciones, siendo un país muy singular, con comportamientos ambivalentes.

En el virreinato había criterios raciales hacia la discriminación entre una sociedad estratificada que tendía a la exclusión. Los indígenas negaban lo que les laceraba y en respuesta excluían a los otros, a los que eran diferentes a ellos.

Los mestizos eran el grupo más abundante, y por su forma de reparación entre disimular y aparentar, fueron los más opresores con el indígena. Luego se da una ambivalencia en la paz porfiriana, que reprimía al indígena e imitaba al extranjero, y los 10 años de lucha revolucionaria, más que traducirse en el triunfo de los astutos, puede ser recordada por la muerte de dos millones de mexicanos.

También hizo hincapié en la ambivalencia actual del concepto de identidad nacional: "Por un lado, y citando a José Vasconcelos, se habla de una raza cósmica por la que hablará el espíritu y de una raza de bronce que, de igual forma, es simbolizada por los pies quemados de Cuauhtémoc, que por la figura del indito oaxaqueño que llegó a ser presidente".

Para concluir, Martha Luz Arredondo mencionó que todos somos responsables de no tener conciencia de nuestras actitudes: "De nosotros depende ser un país moderno y reflexivo".

Martha Luz Arredondo, una de las invitadas distinguidas del II Encuentro Internacional de Pedagogía, tiene un doctorado en Educación, una maestría en Docencia Universitaria y una especialización en Investigación Educativa.