Año 2 • No. 48 • diciembre 3 de 2001 Xalapa • Veracruz • México
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Tendencias electorales, indicadores del sufragio
Claudia Domínguez Mejía
 


Boca del Río, Ver.- En los últimos años, la estadística ha saltado a la palestra pública y es una de las figuras estelares en los medios, sobre todo por su aplicación en los estudios de opinión como encuestas de salida, conteos rápidos y tendencias electorales.

Encuestas electorales en el 2001 fue el tema de la segunda mesa redonda del XIII Congreso Nacional de Estudios Electorales, donde se dieron cita expositores del IFE, la Sociedad Mexicana de Estudios Electorales e investigadores de la UV, anfitriona del evento.

Dentro de la mesa en que intervinieron Edmundo Berumen, Alejandro Cruz, Israel Cruz y Ricardo de la Peña, representantes de empresas como Berumen y Asociados, Arcop y DGC, dedicadas a los estudios de opinión y pronósticos electorales, se mencionó que la investigación vinculada con el manejo de encuestas no es nueva; lo novedoso es que se hagan públicos los resultados, antes restringidos a una elite contratante de tales servicios.

A criterio de Edmundo Berumen, la difusión de los estudios estadísticos ha traído varios beneficios que redundan en una mayor calidad en el padrón electoral, ya que, tras las auditorías técnicas realizadas, ha salido una lista nominal mucho más confiable.

A pesar de lo que muchos suponen -dijo-, la publicación de tendencias electorales no manipula la intención de los votantes, sino reafirma el sentido del sufragio. Además, es escaso el número de ciudadanos que pone atención a un programa televisivo o radial de discusión política y lee frecuentemente las editoriales de los periódicos y revistas, canales que suelen publicar encuestas, motivo que se agregaría a su escasa penetración en la ciudadanía en general, aunque no sucede lo mismo con los partidos, autoridades y actores directamente implicados en la contienda.


Israel Cruz presentó un estudio sobre si, en el 2001, hubiese un voto diferente con respecto al año anterior. Lo que se detectó fue un comportamiento electoral muy similar, pues las personas que suelen votar con mayor frecuencia son las que sólo cuentan con instrucción primaria (aunque hay que aclarar que ellas conforman la mayoría de la población), mientras que las de mayor escolaridad no suelen ejercer este derecho. También es notable una fuerte dependencia del voto hacia el PAN aparejado de la aprobación del ejercicio presidencial por parte de Vicente Fox.

Adicionalmente, cuando se compara la distribución del voto por localidades urbanas y no urbanas, se detecta una mayor concentración de las preferencias hacia el PAN en las comunidades urbanas y un desarraigo en las no urbanas, lo cual podría ser un factor de debilidad para este partido en las elecciones del 2003.