Precaria recuperación de la producción y comercialización de alimentos, con persistencia (y crecimiento subterráneo) del poder de intermediarios, pese a represión de ilegalidades. Abastecimientos básicos semicubiertos por intervención insuficiente del Estado, con magra canasta básica y complemento del mercado negro. La cobertura de servicios sociales se mantiene en niveles moderados pero decae; aumentan las prestaciones semiprivadas y las prácticas de corrupción. Las reformas de la tenencia de tierra, acotadas en alcances, no logran los resultados previstos y se produce decrecimiento de solicitantes. Los precios de alimentos, temporalmente descendentes, permiten compras exteriores masivas que incrementan déficits de cuenta corriente.
ESCENARIO III. Páramo
El Estado refuerza el control socioeconómico y político, en una visión restringida de la gobernabilidad. Con apelaciones a una estrategia basada en “unidad, disciplina y trabajo”, se privilegian formas de participación parroquiales, consultivas y fragmentadas, con énfasis en la institucionalidad paraestatal. Controlados los brotes de descontento social e ilegalidad.
Algunos actores civiles son puntualmente activados para implementar y cogestionar iniciativas gubernamentales y proteger a ciudadanos frente a éstas. El desempeño gubernamental pierde alguna legitimidad ante sectores de la población aunque sin provocar apatía o rebeldía generalizadas. Aumenta la diversidad de percepciones populares (mezcla de escepticismo, resignación y optimismo moderado) en cuanto a la duración de la etapa de recuperación.
Se consideran mayormente eficientes los empleos de la ayuda extranjera. Los conflictos con Estados Unidos y las contradicciones internas se convierten en coartada de actores gubernamentales u opositores para ganar y/o restringir influencia.
|
|
|
|
Tianguis en La Habana |
|
Cierta pero insuficiente recuperación de la producción y comercialización de alimentos, con relevante presencia estatal y de otros actores. Aumento de importaciones compensatorias, aprovechando la temporal baja de precios de commodities. Freno (sin control total) a la especulación, por efecto combinado de tope de precios, sanciones a intermediarios y estímulos a ciertos productores. La cobertura de servicios sociales mantiene su signo universal y acusa una sostenida pero lenta recuperación, aunque sin revertir totalmente la degradación de algunas prestaciones. La crisis financiera dejará a Cuba sin créditos blandos en Occidente y con precios más bajos en las exportaciones, lo cual disminuirá los ingresos nacionales y por ende limitará los recursos para financiar las reformas. El 2009 estará absorbido por la “recuperación”, lo cual favorecerá que se mantenga la centralización económica y política, limitando las reformas.
ESCENARIO IV. Averno
Se avanza a un estado de ingobernabilidad con enfrentamientos masivos entre el Estado y la ciudadanía, que pone en crisis las labores de recuperación y el ordenamiento político. Rupturas visibles en la elite política y descontento en cuerpos armados. Se avanza a un derrocamiento del régimen, con un desempeño gubernamental deslegitimado ante la población, aumento inédito de protestas sociales y desconfianza masiva frente a estrategias de recuperación. La oposición de derecha logra articularse con sectores y regiones descontentos, golpeados por la crisis, haciéndose de una base social. Resonancia en sectores eclesiásticos y artísticos, que llaman al diálogo y a construir un gabinete de transición, poniendo fin al gobierno.
La ayuda foránea es cancelada ante presiones occidentales y ante el rechazo del gobierno, debido a acusaciones sobre la situación interna y el destino dado a las donaciones. Hay una escalada del conflicto con Estados Unidos, con amenaza de intervención militar extranjera. Se asiste a una generalizada crisis alimentaria, con caídas sostenidas (y bruscas) de la producción y comercialización de alimentos. Se produce un congelamiento de las importaciones por falta de financiamiento estatal, sequía de créditos externos y decisiones de retirada de proveedores foráneos. Brutal desenfreno especulativo, dada la ineficacia de las medidas de intervención estatal en mercados. La cobertura de servicios sociales se degrada masiva y rápidamente, aumentando la pobreza y explosividad social.
En Cuba, evitar este funesto desenlace supone la necesidad de superar la fragmentación asociativa generada desde la institucionalidad estatal, el fomento de espacios autónomos de organización popular, la resignificación de las organizaciones de masas (reorientando su misión social), el impulso a las formas de democracia laboral, descentralización y gestión participativa de lo local, y una real democratización de las instituciones y organizaciones políticas capaz de frenar el fortalecimiento burocrático.4
4
Julio César Guanche, La autogestión del futuro (inédito), ponencia presentada en Belén do Pará, Brasil, en el verano de 2008. Julio Antonio Fernández Estrada y Julio César Guanche, “Se acata pero... se cumple. Constitución, República y socialismo en Cuba”, revista Temas, La Habana, núm. 55, julio-septiembre de 2008. También Haroldo Dilla “La dirección y los límites de los cambios”, revista Nueva Sociedad, núm. 216, julio-agosto de 2008 y Armando Chaguaceda, “La ley y el desorden: lecturas desde la suciedad incivil”, revista Alma Máter, octubre de 2008, La Habana.
|