La planeación de nuestro trabajo también implica pensar en los tiempos que tenemos para desarrollarlo. Para esto, necesitamos organizar cada uno de los pasos de la investigación y ponerlos en una tabla (por ejemplo) con horarios, días, semanas, meses, etc. de acuerdo a lo que nos exija nuestro tema de investigación. A esta tabla se le llama cronograma.
Un cronograma puede variar en diseño, pero debe ser completamente claro y estar propuesto por el investigador. Normalmente se tiene que ajustar a los tiempos que el investigador necesita para realizar el trabajo. El cronograma se debe plantear de manera sensata y premeditada con el fin de que se puedan llevar a cabo cada uno de los puntos que hay en él.
En esta lectura podemos encontrar cómo se puede organizar un trabajo de investigación. Después de dar ese paso, necesitamos organizarlo para poder llevarlo a cabo en el tiempo estimado. Aquí podemos ver un ejemplo de cómo podrían nombrarse los pasos de una investigación (una vez que ya tengamos nuestro tema delimitado y sepamos qué y cómo lo vamos a investigar):
Elaboración del proyecto o plan.
Revisión bibliográfica del tema.
Redacción del marco teórico.
Selección de la metodología.
Diseño de los instrumentos.
Selección de la muestra.
Recolección de datos.
Análisis de los datos.
Resultados.
Redacción del informe.
Cázares et al. (1990). Esquema, en Técnicas actuales de investigación documental (3a. ed., pp. 59-64). México: Trillas .
Organiza estos pasos en una tabla con periodos de tiempo sugeridos y un orden lógico y progresivo del trabajo de investigación. Para ver un ejemplo de esta actividad haz clic en el enlace de abajo.