Recuerdos del porvenir
Viaje a los Olivos: redescubrimiento de la
historia como realidad, sueño e imaginación
Celia Álvarez

En la España de 1493, recién descubierto el Nuevo Mundo, un obispo disfrazado de clérigo modesto pasea por el campo andaluz cuando es abatido, a pleno sol, por la coz del caballo que espolea un criado traidor, según lo previsto por un chamán que soñaba la escena de muerte mientras dormía, en una hamaca de palma, en la ribera del Grijalva. “Ya nada vale, nada sirve, todo se va cerrando, todo va perdiendo sentido, importancia, razón de ser. Su cuerpo se corta, las extremidades se aflojan, los dedos se abren, apenas se tiene fuerzas para abrir un poco los párpados, un poco de saliva en la lengua. Ya no hay nada, nada. Sólo llega el silencio, la oscuridad, la muerte”.
Esta escena inicial da paso a un opulento banquete en el palacio de Toledo, cuyos convidados son “dones, hijosdalgos, damas de corte y demás pudientes” a los que esclavos negros sirven las exóticas viandas ofrecidas por un gobernador de vida herética que, es bien sabido, no lleva buena relación con el obispo, con quien ha llegado “a un punto de conveniencia para mantener el espíritu aguerrido de la época”, en tiempos en que la alianza del clero y el gobierno permite mantener sometido a un pueblo empobrecido que ve disfrutar a unos cuantos de las riquezas propias y, también, las hurtadas a esas tierras apenas descubiertas, el denominado “bajo Paraíso”.
Así principia Viaje a los Olivos, primera novela del escritor jalisciense Gerardo Gutiérrez, cuya segunda edición acaba de publicar la Universidad Veracruzana (UV) como parte de su colección Ficción y que es, según lo explica la recensión del libro, una crónica absolutamente libre de la vida que pudo haber llevado en Barcelona el primer americano que viajó con Cristóbal Colón al regreso de su viaje inicial, Hunaib Puh, quien hubo de afrontar en Europa los desafíos de su nueva condición histórica: mitos, dioses, naturaleza y su desnudez son percibidos como señales inequívocas de exotismo e inferioridad, por lo que las complicaciones no se hacen esperar y el recién llegado muy pronto es devorado por minúsculas y puntillosas calamidades, siendo su refugio el silencio, la nostalgia y, más tarde, el amor, gracias al cual procrea al primer mestizo nacido en el Viejo Continente.
En Viaje a los Olivos se confunden sueño y realidad, hecho histórico e imaginación, para mostrar los nudos de intereses formados en torno a un ser que, indescifrable símbolo de su tierra natal, se convierte por ello en objeto de disputa. Hunaib se encuentra donde chocan los poderes coloniales: la Iglesia (el Tribunal del Santo Oficio) y el Estado. En ciernes está el surgimiento de una nueva raza y con ella una serie de visiones del mundo inéditas y desaforadas. A la par de esta disputa surge en la novela otro personaje: el lenguaje, un estallido verbal que busca contar la epopeya del protagonista, pero también instalarse en el texto como un instrumento de creación y experimentación.
Es precisamente el lenguaje lo que lleva al relato más allá de las restricciones históricas o de las convenciones sobre el funcionamiento del tiempo y el espacio; así el discurso arcaizante se disuelve en un mar de referencias múltiples, donde confluyen muchos otros discursos que se le superponen, en una trama apasionante que lleva al lector —y lo arrebata de su era para transportarlo a otra, de magia y aventuras— a redescubrir la historia perdida de la conquista de América en lo que, sin duda, constituye una obra deslumbrante por la riqueza de conocimientos que revela su autor en descripciones de personas, lugares y situaciones, así como por la vivacidad con que recrea un pasado que en parte conoce, pero también imagina o sueña.
El libro Viaje a los Olivos y el resto de la colección Ficción de la UV se pueden adquirir en la Feria Permanente del Libro Universitario, ubicada en Hidalgo 9; en el Servicio Bibliográfico Universitario de Xalapeños Ilustres 37, y en las librerías La rueca de Gandhi, de Úrsulo Galván 65; Árbol de Lectura, de Xalapeños Ilustres 51, y LIBRHeras, de Xalapeños Ilustres 44. Y aquellas personas interesadas en conocer más sobre las novedades editoriales de la UV pueden consultar la página www.uv.mx/corre y escuchar todos los martes, de 18:00 a 19:00 horas, el programa Oye, lee y dile, que transmite Radio Universidad Veracruzana en el 1550 AM.
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