Golpe de calor. Reporte de un caso
Dra. Bertha
Gabriela Castro Ramones
Departamento de Medicina Interna,
Hospital Escuela de Gineco-Obstetricia de la Universidad
Veracruzana.
Hospital Civil Dr. Luis F. Nachón. Xalapa, Ver.
RESUMEN
El golpe
de calor es considerado una urgencia médica,
el pronóstico dependerá en gran medida
del tiempo en que se realice el diagnóstico y
se instale el tratamiento. La gravedad de los síntomas
puede variar desde un cuadro leve de cefalea y malestar
general hasta casos severos que pueden llevar al estado
de coma y la muerte.1 Se presentó el caso de
un hombre de 30 años de edad que ingresó
al servicio de urgencias por pérdida del estado
de alerta y fiebre, con antecedente de haber realizado
ejercicio excesivo 24 horas antes. Los exámenes
de laboratorio de rutina y especiales fueron prácticamente
normales, a excepción de la determinación
de enzimas, principalmente la CPK. El paciente recibió
fluido-terapia exclusivamente, con una evolución
clínica favorable. Se revisa la literatura médica.
PALABRAS CLAVE: GDC (golpe de calor), CPK (creatinfosfocinasa),
IL (interleucinas).
ABSTRACT
“Heatstroke”
is known as a medical emergency, because the prognosis
and result of treatment depends on the time that it
takes to Start it. The severity of the symptoms may
vary from a simple headache to the coma and death. It’s
presented a male 30 years old who came to the emergency
room because of fever and unconsciousness, the day before
he practiced exhaustion exercise. The laboratory findings
were normal except the CPK.
The patient was treated only with fluids with improvement
of the symptoms and complete recovery.
KEY WORDS: Heatstroke, creatinfosfokinasa (CPK), interleukin
(IL)
INTRODUCCIÓN
El ser
humano es un animal homeotermo, o sea capaz de mantener
su temperatura corporal entre estrechos márgenes
a pesar de variaciones ambientales, mediante un sistema
de termorregulación que controla diversos mecanismos
capaces de producir o disipar calor; ocasionalmente
el funcionamiento de estos mecanismos puede no ser correcto
o los cambios externos ser lo suficientemente importantes
como para sobrepasarlos.2,3 El ejercicio excesivo en
el calor causa severas alteraciones de la homeostasis;
la necesidad de termólisis está incrementada
debido a la combinación de producción
endógena y exógena de calor; a pesar del
marcado incremento de la frecuencia cardiaca, el músculo
y la piel compiten por un suficiente flujo sanguíneo;
además, la deshidratación progresiva puede
alterar la capacidad de un adecuado ajuste cardio-circulatorio.4,5
El riesgo más serio asociado con el ejercicio
en un medio caluroso es el GDC; éste no es del
todo infrecuente, en Estados Unidos de Norteamérica
se presentan por lo menos 175 casos mortales al año.6
En nuestro medio no existe un registro que indique la
incidencia de esta patología. Un papel muy importante
en la fisiopatología de este padecimiento lo
juegan la liberación de factores pro y anti-inflamatorios
tales como la interleucina 1B, el factor de necrosis
tumoral, interferon gama, IL-2, IL-4, factor quimiotáctico
de monolitos, entre otros.7,8 El cuadro clínico
puede iniciarse de forma brusca con convulsiones, estupor
o coma, acompañado de hipotonía e hiporreflexia.
Ocasionalmente precedido de pilo erección, cefalea,
vértigo, mareo, taquipnea, molestias abdominales,
nausea y cuadro confusional. La hiperpirexia es constante,
siendo común la temperatura corporal mayor de
41ºC, piel seca y caliente, taquicardia, presión
arterial sistólica alta y diastólica baja;
en los casos fatales es frecuente el estado de shock
con resistencias vasculares periféricas bajas
y pulmonares altas; de continuar la evolución
desencadena en desnaturalización de proteínas
para desembocar en falla multiorgánica de características
mortales.5 Bioquímicamente existe leucocitosis,
puede existir coagulación intravascular diseminada
(CID), la gasometría arterial puede mostrar alcalosis
respiratoria, los azoados se elevan, hay proteinuria
y aparecen cilindros en el sedimento, el potasio y fósforo
están disminuidos, hay pérdida de sodio
y cloruros, y ocasionalmente hay enzimas hepáticas
altas por citólisis hepática, puede haber
hemólisis y rabdomiolisis con incremento consecuente
de la CPK, e hipoglucemia.9 El diagnóstico es
clínico, con la presencia del factor desencadenante.
Entre las entidades para hacer diagnóstico diferencial
se encuentran: paludismo, EVC, meningitis, fiebre tifoidea,
entre otros. La mortalidad va del 15 al 60%. La Insuficiencia
Renal Aguda (IRA) es una complicación grave,
puede coexistir insuficiencia cardiaca, infarto al miocardio
o complicaciones infecciosas. La biopsia muestra lesiones
parenquimatosas difusas o de tipo hemorrágico.
Se ven afectados Sistema Nervioso Central, Riñón,
Hígado y Suprarrenales.8
CASO CLINICO
Masculino
de 30 años de edad, tabaquismo y etilismo muy
esporádico, sin otros antecedentes. Hasta 24
horas previas a su ingreso se encontraba en buen estado
de salud; realizó ejercicio intenso durante 4
horas. al aire libre durante el mes de junio, entre
las 12:00 y 16:00 horas, y posterior a ello presentó
pérdida del estado de alerta, acompañadola
de vómito de contenido gástrico, con olor
etílico. Fue trasladado inicialmente a su domicilio,
y 24 horas después fue llevado al servicio de
urgencias por persistir en estado inconsciente y con
fiebre que es cuantificada en 40ºC a su llegada,
TA 90/70 mmHg, FR 36x’, FC 136x’; se aprecia
un pequeño hematoma en región parietal,
sólo hay apertura ocular al estímulo doloroso,
con isocoria pupilar que responde a la luz en forma
adecuada, rubicundez facial, no comunica verbalmente,
las mucosas están secas, no hay rigidez de nuca,
los campos pulmonares limpios, los ruidos cardíacos
se encuentran rítmicos y sin encontrarse soplos,
el abdomen sin datos de alarma, las extremidades íntegras,
con reflejos de estiramiento muscular disminuidos y
la respuesta plantar es flexora.
Los exámenes de laboratorio mostraron leucocitosis
de 12 800/mm3, con neutrofilia y 7% de bandas, hemoglobina
de 19.5g/dl, hematocrito de 59.5%, plaquetas 170 000/mm3,
TP 16.7seg, TTP 30.2seg, glucosa 120mg%, urea 60.4mg%,
creatinina 1.4mg%, Na 150mEq/L, K 4.3mEq/L, Cl 112mEq/L.
Se solicitaron enzimas hepáticas y CPK, EKG,
RX de tórax, TAC de cráneo y se realizó
punción lumbar para complementación diagnóstica.
La primera determinación de CPK fue de 4469U/L
y llegó a un máximo de 9547U/L; las enzimas
hepáticas fueron de AST126U/L y ALT 61U/L al
ingreso y llegaron a ser de hasta 681U/L y 583U/L respectivamente.
El resto de los paraclínicos no tuvieron variaciones
significativas. La gasometría arterial mostró
alcalosis respiratoria. El EKG sólo con taquicardia
sinusal. La RX de tórax como la TAC de cráneo
fueron normales. La punción lumbar arrojó
también un resultado de LCR normal.
El paciente recibió terapia intensiva a base
de soluciones parenterales, protectores de la mucosa
gástrica, control térmico por medios físicos
(colocación de compresas húmedas y baño
frecuente), alcalinización urinaria con bicarbonato
de sodio; mostró una evolución satisfactoria,
con recuperación neurológica total, y
fue egresado de la unidad 7 días posteriores
a su ingreso sin secuelas neurológicas y con
una función hepática y renal normales.
DISCUSIÓN
El caso
clínico reúne los criterios para diagnóstico
de GDC, con antecedente de exposición al ejercicio
durante las horas de mayor temperatura ambiental en
época de verano, a pesar de haberse presentado
en una zona en la que las condiciones ambientales no
son extremosas; debe considerarse también un
factor propio del individuo la inadecuada eliminación
del calor endógeno. La presentación del
cuadro clínico desde el inicio es severo, y el
retraso en la atención médica presumía
un pronóstico fatal; en este caso pudieron realizarse
los estudios pertinentes para hacer diagnóstico
diferencial con otras patologías y descartarlas;
la enérgica terapia de rehidratación y
el control adecuado de la temperatura permitieron una
evolución favorable.
El GDC se considera una urgencia médica real;
es fundamental en el tratamiento bajar la temperatura
corporal, y la forma más eficaz es con baños
de agua fría o helada hasta llegar a 38ºC.
Las medidas adicionales son un ambiente fresco y ventilado,
efectuar masaje externo para favorecer la circulación
cutánea, sedación en caso de crisis convulsivas,
y la administración intensiva de líquidos
endovenosos debe ser evaluada de acuerdo con cada paciente.2,
10
El GDC es una entidad potencialmente mortal, y cuando
se sobrevive a ella puede dejar secuelas neurológicas,
renales, hepáticas y/o musculares que ameritan
seguimiento periódico. Las medidas de prevención
incluyen aclimatación gradual previa a la exposición
a altas temperaturas, inicio de actividades a temprana
hora en las épocas de sobrecarga térmica
y mayor humedad, recesos programados repartidos durante
la jornada a desarrollar, que cubran cuando menos una
cuarta parte de ésta, en áreas sombreadas,
y la ingesta abundante de líquidos; la incidencia
es mayor en zonas de clima extremoso, no característico
de la zona en la que habitamos, es por ello que la presentación
de casos severos en ésta área es poco
frecuente y por lo tanto no se considera dentro del
diagnóstico inicial; deberá tomarse en
cuenta cuando el paciente ha estado expuesto a ejercicio
excesivo sin rehidratación adecuada, aún
en épocas del año en que la temperatura
ambiente no es elevada ya que no sólo el calor
exógeno (ambiental) es el responsable, tal vez
la liberación inadecuada de la producción
endógena de calor tenga mayor importancia en
la generación de ésta patología.2,
10
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